Los agentes del Equipo Territorial de Policía Judicial (ETPJ) de la Guardia Civil de Talavera de la Reina gracias a la colaboración policial internacional entre autoridades alemanas y la Guardia Civil, recibieron la informaron sobre la incautación en el país germano de un paquete postal que contenía 205 gramos de cocaína rosa o “TUSI”, el cual había sido enviado desde Talavera de la Reina y el remitente era vecino de una localidad cercana a esta.
Se requirieron multitud de datos al respecto a las autoridades alemanas a fin de poder definir una línea de investigación eficaz y una vez obtenidos, los agentes iniciaron una doble vía de investigación. Por un lado, el análisis de las pistas que pudiera arrojar el paquete y por otra, la investigación enfocada al remitente y a la destinataria del mismo.
De dichas investigaciones se extrajeron diversas informaciones que fueron aportadas al juez que instruía la causa, y se dispusieron vigilancias de los objetivos a fin de trazar un diagrama estructural del grupo, que resultó ser tremendamente jerarquizado a la par de hermético, siendo muy complicado para los investigadores detectar la actividad ilícita de los investigados al mantener una vida cotidiana, con rutinas y horarios normales, lo que hacía no levantar sospechas.
A juicio de los agentes, el momento idóneo para la explotación de la operación LIPZON llegó el pasado día 10 de julio, cuando, autorizado por el juzgado, se realizaron entradas y registros simultáneos en tres domicilios, dos en Talavera de la Reina y otro en Cazalegas, con el apoyo de la UOPJ de la Comandancia de Toledo, las USECIC de las Comandancias de Toledo, Cáceres y Badajoz y componentes de Seguridad Ciudadana de la Compañía de la Guardia Civil de Talavera de la Reina. Posteriormente, los días 20 y 26 de julio, otros dos varones eran investigados por su presunta participación en los hechos.
El grupo estaba muy organizado, con una estructura jerárquica definida, de tal forma que cada escalón daba cuenta de las deudas y ventas que hacían cada uno, así como solicitaban autorización para realizar ventas de cantidades importantes al escalón superior.
Tenían tanta capacidad operativa de venta de sustancia, que antes de la fase de explotación, se encontraban negociando con una persona interna en el Centro Penitenciario de Badajoz, la compra/venta de 1,5 kilogramos de cocaína, estableciendo el modus operandi, precios y calidades de la sustancia, así como el lugar de transacción.
Por otro lado, los investigadores tuvieron muchas dificultades a la hora de realizar vigilancias sobre los objetivos, ya que utilizaban medidas de seguridad para detectar a los Agentes de las FFCCS. En los registros fueron intervenidos 1,231 kilogramos de cocaína, 3555 euros en metálico, cuatro básculas de precisión, numerosos móviles y diverso material relacionado con los delitos. De los seis detenidos, se ha decretado la prisión preventiva para tres de ellos.
