El Pleno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado este jueves inicialmente la Revisión del Plan General de Palma con el que Cort quiere hacer frente a la crisis social y económica, impulsar la vivienda asequible y luchar contra el cambio climático.
La regidora de Modelo de Ciudad y Vivienda Digna, Neus Truyol, ha celebrado la aprobación de una norma urbanística "a través de la cual proyectar la ciudad de los próximos 20 años".
Según ha explicado el Consistorio en una nota de prensa, en relación al PGOU de 1998 el nuevo Plan General reduce un 40 por ciento el esfuerzo económico del Ayuntamiento en inversiones anuales, de los 33,6 millones anuales que preveía el plan anterior hasta los 24,6 millones del nuevo.
En comparación con el Avance de 2014 y en cuanto a la vivienda el nuevo Plan General incrementa en un 47,4 por ciento el suelo urbanizable residencial y en un 82,4 por ciento el número de viviendas.
Está previsto que el texto se publique en noviembre en el Boletín Oficial de Baleares (BOIB), momento en que entrará en vigor este nuevo documento urbanístico y que hasta su aprobación definitiva convivirá con el planeamiento vigente.
En ese momento se iniciará un periodo de 45 días de exposición pública que se alargará 45 días hábiles desde la publicación en el BOIB.
El área de Modelo de Ciudad, con el objetivo de acercar el documento a la ciudadanía hará exposiciones y presentaciones en los distritos además de reuniones abiertas en los órganos de participación existentes, como los consejos territoriales y los consejos de área. Se prevé que el nuevo Plan General se apruebe antes de acabar la legislatura.
CIUDAD PRÓXIMA Y COMPACTA
Según ha argumentado el Ayuntamiento de Palma en la nota, el nuevo Plan General apuesta por una ciudad "compacta y próxima", que impulsa nuevos sectores económicos y que apuesta por el comercio de proximidad. Las medidas se concretan en seis ejes: protección del territorio, Palma abierta al mar, humanización de la ciudad, barrios y pueblos, ciudad resiliente y autosuficiente y diversificación económica.
El plan apuesta por la protección y uso racional del territorio. En este sentido, pretende priorizar la conservación y reconversión de los suelos ya transformados en lugar de consumir más territorio.
Por lo tanto, el texto contempla una contención de los nuevos crecimientos ajustados al suelo urbanizable estrictamente suficiente y necesario para satisfacer las previsiones demográficas.
En concreto, el plan contiene una reducción del 46 por ciento (225,56 hectáreas) respecto a las previsiones de crecimiento del planeamiento previsto en el Avance. Además, se desclasifican hasta 212 hectáreas de suelo.
El nuevo Plan General propone identificar los corredores verdes y aumentar la superficie de parques en más de dos millones de metros cuadrados nuevos.
También prevé la recuperación y protección del frente litoral a través de proyectos de transformación como la renaturalización de la Playa de Palma, para recuperar el ecosistema y hacer el litoral más resiliente a los efectos de la crisis climática.
La nueva norma también apuesta por la sostenibilidad del territorio y potencia el sector agrícola con la creación del Parque Agrario, que es también una apuesta por la soberanía alimentaría.
En relación a la humanización de la ciudad y la movilidad sostenible, el Plan aspira a convertir Palma en "una ciudad de 15 minutos". En este sentido, el texto dibuja las líneas del futuro, que incluyen ejes cívicos transversales y radiales y el modelo de las 'súpermanzanas' para fomentar la ciudad de proximidad.
A nivel de ciudad, se diseñan proyectos estratégicos como la reconversión de la Vía de Cintura y los nudos de cambio en diferentes lugares de ciudad.
Ambos, además de mejorar la movilidad a escala humana, permitirán unir los barrios y crear nuevas zonas verdes.
CIUDAD DE BARRIOS Y PUEBLOS
El Plan General presenta medidas que fomenten la "ciudad policéntrica", una mezcla de usos y vivienda asequible que garantice equilibrios sociales. Siguiendo estos planteamientos, se pretende que en 2040 se multiplique por ocho el número de viviendas sociales para alcanzar el 5,6 por ciento del total hasta las 11.288 viviendas.
El texto recoge también hay un importante paquete de medidas para proteger el patrimonio urbanístico y arquitectónico. Se amplía el catálogo y se incorporan más edificios a proteger, hasta unos 600 inmuebles.
El Plan General introduce diferentes medidas de reducción de las emisiones de CO2 como la capacidad de autosuficiencia energética, especialmente mediante cubiertas fotovoltaicas.
Además, se proponen diferentes medidas de adaptación al cambio climático para hacer de Palma un territorio más resiliente como trabajar hacia la autosuficiencia hídrica en todos los nuevos crecimientos y medidas para hacer frente al efecto de isla de calor incrementando espacios verdes y espacios verdes abiertos.
Por último, en materia de diversificación económica, la norma urbanística establece las bases por una transición ecosocial del modelo económico de Palma, mediante su diversificación desde la economía Azul, la BioEconomía o la Economía Cultural y Creativa.
Para hacer posible su implantación, se delimitan áreas de nueva centralidad como son el Distrito Innovador de Levante, el Polo Marino, Son Busquets y la Antigua Prisión en el norte de Palma, Son Pardo o Son Güells, entre otros.
También se contempla reconvertir el sector industrial mejorando los polígonos industriales y poner el foco en el pequeño y mediano comercio para parar su desaparición.