El Barranco de Biniaraix, situado al extremo sur-oriental de Sóller, fue declarado bien de interés cultural en 1994; fue el factor decisivo para la puesta en marcha del proyecto GR-221.
"El barranco de Biniaraix es un lugar inhóspito; donde se combina lo que ha sido la domesticación del hombre de un terreno abrupto a partir de la pedra en sec y el uso básicamente de bancales y caminos. Es un ejemplo de como en muy poco espacio se concentra una gran número de elementos arquitectónicos", nos lo cuenta en Más de Uno Mallorca en Onda Cero, Jaume Deyà Miró, arqueólogo y profesor de geografía e historia del colegio Sagrats Cors de Sóller.
Deyà analiza los elementos que forman el barranco: "El barranco tiene, por una parte, el camino en sí mismo como obra de ingeniería; y por otra, el entorno del camino, que sería el eje que marca el desarrollo de los bancales”.
"El camino que los senderistas suelen hacer es el camino nuevo que tiene alrededor de 500 años, pero el camino original es el camino llamamos "el camí vell", que es el que da origen al barranco y el que ahora mismo es bastante secundario”, señala Jaume Deyà Miró.
