Salió cruz en Las Palmas y el Real Oviedo ya no depende de sí mismo para disputar el playoff de ascenso a Primera División. Los azules, a falta de una jornada, deberán ganar al Ibiza y esperar a que los canarios pierdan en Gijón o que el Girona caiga en Burgos, mínimas opciones, pero los carbayones quieren aferrarse a ellas para encontrar un premio casi inesperado al inicio del campeonato.
No fue el mejor día de los azules en Gran Canaria. El equipo se vio sometido por un rival que es superior en plantilla y que además llega en una racha espectacular a la recta final del campeonato. También lo era la de los de José Ángel Ziganda, pero tropezaron en el momento más inoportuno.
El playoff más caro de los últimos tiempos amenaza con dejar fuera al Oviedo y demuestra que los finales de temporada son más complejos de lo que parecen. Puede que no le baste una racha con siete victorias, tres empates y única derrota en las últimas once jornadas ligueras.
El equipo se entrena hoy en El Requexón y descansará mañana. Ziganda deberá levantar el ánimo de una tropa tocada, para afrontar con garantías la última jornada liguera el domingo a las 20.00 horas en el Carlos Tartiere frente al Ibiza.
