Esta tarde, la capilla de la Obra Pía, en el centro de Infiesto, acogerá una misa en honor a San Fermín, como punto de inicio a la nueva celebración que se centra en la popular Calle El Quesu de la villa. La celebración se reencuentra por tanto con sus fieles, tras el parón obligado por la crisis sanitaria del Covid.
Un grupo de entusiastas decidió importar la celebración pamplonesa a Piloña, cosechando un importante éxito debido a su carácter festivo y humorístico, enmarcado en un rincón emblemático de Infiesto como es la Calle del Quesu.
La cita contará durante una semana con los elementos habituales de la fiesta original: cánticos, chupinazo, encierros y mucha animación.
Eso sí, hay que aclarar que los encierros no entrañan ningún peligro, puesto que el toro se queda en una mera representación con ruedas, que anima especialmente a las carreras infantiles.
Tras la misa de esta tarde, se dará paso a la procesión, desde la capilla y hasta la calle El Quesu, donde San Fermín quedará ubicado en uno de los edificios de la vía, para que presida durante estos días los encierros. El tradicional chupinazo anunciará oficialmente el comienzo de los festejos.
A partir de la jornada de mañana, al filo de las nueve de la tarde, se irán sucediendo los tradicionales encierros.
