En 2021, su gasto creció un 52% respecto a 2019, pese a haber reducido ligeramente el consumo, y este año ya han utilizado el 70% de los fondos presupuestados para todo el ejercicio. Incluso si el Gobierno limita el precio a 180 euros el megavatio/hora y la Universidad logra reducir su consumo un 20%, gastarán 1.600.000 euros por encima de lo previsto.
Para evitar que ese sobrecoste sea aún mayor, se ha adelantado el apagado de la calefacción y se han flexibilizado las normas de ventilación. El gerente de la institución académica, Alberto Gil, ha explicado que, para el próximo curso, se va a intentar concentrar la actividad universitaria en el horario de 8 a 17 horas, con la designación de un “interlocutor energético” que adaptará el plan a las necesidades de cada centro.
Los ayuntamientos también toman medidas
Las administraciones temen el impacto del encarecimiento de la energía y las materias primas en las obras públicas previstas en las próximas semanas. Los precios de licitación podrían quedarse cortos y algunas empresas adjudicatarias podrían renunciar a realizar los trabajos.
El Consistorio de Zaragoza ha adoptado medidas en las instalaciones municipales para reducir la factura eléctrica. El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ve necesario que el Gobierno de España rebaje los impuestos, aunque eso también impactará en la participación de los ingresos del Estado.
En Huesca, algunos concursos han quedado desiertos por el aumento de costes que deben asumir las empresas constructoras. El alcalde, Luis Felipe, lamenta la incertidumbre actual respecto a los precios y espera que el plan municipal de ahorro energético dé resultados.
