El inicio de Liga del Real Zaragoza, cuando ha transcurrido prácticamente una quinta parte de la competición, está siendo de todo menos tranquilo y esperanzador. Sólo una victoria figura en el casillero de los blanquillos, que son penúltimos en la tabla clasificatoria con 6 puntos de 24 posibles, los mismos que el colista de LaLiga Hypermotion, un filial de la Real Sociedad que ha tenido a los de Gabi como única víctima hasta el momento.
Contra el Córdoba, partido desesperante de principio a fin por varios factores. Uno incontrolable, como era el fuerte viento que soplaba en el Ibercaja Estadio dificultando la práctica del fútbol. Otro más preocupante, teniendo en cuenta que un día más el equipo de Gabi fue capaz de generar ocasiones suficientes como para llevarse los tres puntos, pero la puntería no está siendo la principal característica maña. Dani Gómez y sobre todo Cuenca gozaron de ocasiones claras que se marcharon al limbo en la primera mitad.
Y en la segunda, llegó el "show" arbitral de Sánchez López. Primero por no expulsar a Ignasi Vilarrasa, lateral zurdo del Córdoba que llevaba amarilla cuando cortó una ocasión de gol con la mano. Segundo por los constantes cortes en el ritmo de juego, siendo nuevamente el partido que menos minutos efectivos tuvo de toda la categoría. Y la gota que colmó el vaso llegó con la expulsión de Paul, no por el fondo sino por la forma. El trencilla dio ley de la ventaja, el Córdoba acabó jugada y después Sánchez López detuvo el partido para sacarle la segunda amarilla al mediocentro, que no podrá estar en Almería. Nada en el reglamento indica que sea así el proceder en este tipo de lances.
Además, Gabi Fernández fue expulsado por protestar las decisiones arbitrales, exponiéndose a una sanción de dos encuentros. Un técnico que vuelve a estar pendiendo de un hilo y cuyo futuro puede depender de lo que logre "rascar" en un estadio tan difícil como el del Almería.

