El Espanyol rompe su racha de seis derrotas ante el Leganés
El Espanyol se acercó a su mejor versión contra el Leganés en el RCDE Stadium, gracias a un gol de Borja Iglesias a los nueve minutos, para firmar un triunfo que acaba con la racha de seis derrotas en LaLiga y que permite al cuadro catalán empezar el año con mejores sensaciones.
El pulso fue prácticamente un monólogo y empezó muy pronto. A los seis minutos, Borja Iglesias mandó el primer aviso de la noche. El gallego remató de cabeza, muy desviado, un centro de Baptistao desde la banda derecha. El Panda, pese a todo, lo intentaría más veces. A la segunda, llegó el premio y adelantó al Espanyol en el marcador.
David López, que vio al portero Cuéllar adelantado, dibujó una parábola desde 40 metros que se estrelló en el larguero. Borja Iglesias, que no dejaba de presionar a la defensa del Leganés, capturó el rebote y marcó el 1-0. La grada perica respiraba más tranquila.
Los de Pellegrino no disfrutaban de ocasiones claras. El anfitrión presumía de una defensa sólida, que cortaba las pocas contras y ahogaba las jugadas a balón parado del rival. El ataque madrileño era precipitado e impreciso, mientras que los blanquiazules mantenían las revoluciones altas y la presión arriba.
El Espanyol estaba cada vez más cómodo. Los de Rubi se gustaban con la calibrada brújula de Darder, el hambre de Sergio García, Baptistao, que remató desviado un centro de Rosales en el 26, y Borja Iglesias, con un tiro pegado al palo en el 29. Su versión se acercaba a la que deslumbró a LaLiga en el primer tercio del curso.
La primera oportunidad diáfana para el Leganés llegó pasada la media hora. Diego López, de todos modos, atajó la falta directa de Óscar Rodríguez con seguridad. El meta blanquiazul estuvo acertado en todos los acercamientos visitantes en los compases finales de la primera parte, que no cambiaron el resultado.
En la reanudación, el Espanyol no tenía ninguna intención de especular. Lo dejó claro un remate de Baptistao en el 47, que pese a su extensa carrera remató desviado: el brasileño se vació, pero no tuvo puntería. Los de Rubi habían conquistado el campo rival, buscando el segundo de la noche con insistencia y precisión.
El Leganés no parecía tener ningún argumento para interrumpir la fluidez blanquiazul. Carrillo apenas recibía balones y las bandas estaban bien cubiertas. Su mayor peligro llegaba de los centros, pero habitualmente iban sin veneno y que acababan en un contraataque mucho más incisivo del Espanyol.
En el 75, El Zhar arrojó algo de luz al ataque madrileño. El medio, pese a todo, remató desviado un centro en la frontal del área pequeña y todo quedó en un susto para la afición local. El último cuarto de hora fue algo sufrido para el anfitrión, que se encontró con un Leganés más descarado persiguiendo el empate.
Los de Rubi, pese a todo, mantuvieron la solidez en el tramo final. Acabaron sus jugadas para evitar la salida rápida del contrario y minimizaron los riesgos para poner fin a una racha de seis derrotas en LaLiga. El año 2019 arranca con otra cara para los periquitos.