Sevilla 3 - 0 Granada

El Sevilla se salva matemáticamente con una goleada que hunde al Granada

El Sevilla ha certificado este domingo su salvación matemática al derrotar por 3-0 al Granada, que hizo honor a su condición de peor visitante de la Liga y queda virtualmente en Segunda con esta derrota.

EFE

Madrid | 05.05.2024 23:19

El Sevilla ha certificado su salvación matemática al batir con comodidad al Granada (3-0), que está virtualmente descendido, en un encuentro en el que Marcos Acuña inauguró a los once minutos un marcador que clausuraron En-Nesyri y Lukebakio en el segundo tiempo con dos goles de bella factura.

La primera aproximación del Sevilla, apenas superado el minuto 10, acabó en el gol con el que inauguró el marcador Acuña, quien cabeceó picado en el segundo poste un centro primoroso del otro carrilero, Jesús Navas, quien había combinado con Ocampos en el costado derecho del área visitante.

Lamela, el sustituto del lesionado Isaac, gozaba de mucha libertad para moverse por todo el frente de ataque y resultaba indetectable para la defensa del Granada, que tuvo su primera oportunidad mediante Arezo, cuyo disparo raso tras un robo en la presión adelantado atajó Nyland.

Los sevillistas parecían relajados en el tramo central del primer tiempo, quizá por haberse visto tan pronto en ventaja, e iban dando pasos atrás ante un Granada cada vez más envalentonado que rozaba el empate con un disparo lejano, tras driblar a tres rivales, de Jozwiak que se envenenó con el roce en un defensor.

Un contragolpe de libro al comienzo del segundo periodo bendijo la medida tomada por Quique Flores, que agazapó a su gente en su mitad de campo a la espera de un robo como el que perpetró Soumaré para desplegarse con sus atacantes y ponerse de gol en tres toques, Lamela a En-Nesyri, pared con Ocampos y el marroquí marcaba el 2-0.

Con la doble desventaja claudicó el Granada, que no volvió a acercarse por la portería de Nyland y se afanó exclusivamente en tratar evitar encajar un tercer gol, el que no lograron En-Nesyri ni Ocampos pese a rematar de cabeza en posición franca pero sí marcó, de muy bella factura, Dodi Lukebakio.

Acababa de suplir el atacante belga a un fatigado Lamela, cuando inició con un contraataque que parecía haberse malogrado por un mal control de En-Nesyri, pero insistió Lukebakio hasta recuperar el balón en la esquina del área, donde hizo bailar a Rubio con sus recortes y se hizo sitio para largar un zurdazo a la escuadra más lejana.