Milo, un niño de nueve meses, sufrió una obstrucción de los conductos que llevan la bilis del hígado a la vesícula. Su única manera de poder salir adelante era a través de un transplante, algo que pudo conseguir gracias a la ayuda de su tío, Alejandro Benítez.
No era la primera opción, ya que su madre era compatible como donante para Milo, pero tras haber sido operada del corazón tuvo que ser descartada. La otra opción fue 'Lulo', su tío, que "ni lo dudó" cuando se lo dijeron. Para ello, tenía que abandonar lo que más amaba: el fútbol.
Alejandro Benítez es jugador del Central Larroque, equipo del Torneo Argentino C, siendo uno de los máximos goleadores de la historia del equipo. Alejandro relata que la operación no fue sencilla, que incluso estuvieron cerca de anularla, pero finalmente siguió adelante.
"De las tres horas que iba a durar la operación fueron como siete, aunque más duro fue lo de Milo, que estuvo 12", asegura Alejandro. Finalmente, el pequeño se salvó en un acto que "cualquiera haría por un ser querido", según Alejandro.