Tan solo 35 días después de llevarse la Copa del Rey más polémica que se recuerda, el equipo catalán volvió a golpear en el WiZink Center, a base de solvencia, a su eterno rival, que lo intentó durante todo el partido pero fue por debajo en el marcador durante 38 minutos y no se impuso en ninguno de los cuatro cuartos.
De salida, solo hubo un equipo en pista. El Barcelona anotaba con solvencia e imponía una férrea defensa que ahogaba las acometidas blancas, con Ante Tomic controlando a Walter Tavares y Chris Singleton taponando los lanzamientos del caboverdiano y Jeffery Taylor.
Los locales acumulaban pérdidas y errores en cada ataque y un triple de Sergio Llull fue su único botín hasta el ecuador del primer cuarto, al que se llegó con un 3-13 que obligó a Pablo Laso a pedir tiempo muerto para activar a sus jugadores.
La medida tuvo efecto inmediato y un parcial de 7-0 comandado por el base balear metió a los suyos en el clásico. Svetislav Pesic también optó por parar el partido para frenar la reacción y retomar el control, aunque Llull se encargo de nivelar el choque con once de los 17 puntos de su equipo al final del primer acto (17-17, min 10).
Anthony Randolph cobró la única ventaja blanca de la primera parte nada más empezar el segundo asalto, aunque fue un espejismo porque tuvo la rápida respuesta de un Kyle Kuric que tomó las riendas del ataque azulgrana durante unos minutos.
Llegó el momento de Jaycee Carroll. Con dos triples y un contraataque, el escolta estadounidense logró nivelar de nuevo el marcador a cinco minutos del descanso, aunque su equipo carecía de la regularidad necesaria para dar la vuelta a la situación.
Además, la respuesta azulgrana no tardó en llegar y lo hizo a través de un infalible Roland Smits. Sus tres triples sin fallo y un cuarto anotado por Thomas Heurtel otorgaron al líder de la ACB su máxima ventaja hasta el momento (29-38, min 16.30).
El Real Madrid volvió a la carga una vez más a base de entrega, aprovechando el momento dulce de Carroll. Sus trece puntos del segundo cuarto sin un solo fallo en el tiro evitaron males mayores y dejaron el partido abierto al descanso (40-45, min 20).
El intercambio de golpes del inicio del tercer cuarto duró apenas tres minutos, y un nuevo acelerón comandado por Singleton y Kevin Pangos aumentó la brecha hasta los diez puntos. El Barcelona parecía tener la situación controlada ante un oponente que lo intentaba todo pero acusaba su intermitencia en el juego.
El argentino Facundo Campazzo apareció para aportar la energía necesaria a sus compañeros y los anfitriones fueron capaces de rearmarse por enésima vez y llegar a los últimos diez minutos con vida a base de defensa y rebotes ofensivos (57-62, min 30).
El partido no estaba ni mucho menos cerrado porque el Real Madrid, con su sensible mejoría atrás, evitó nuevas escapadas azulgranas y cada vez veía más cerca la remontada. Un triple de Taylor subió el 66-68 al marcador a 5.53 para el final.
Llegaron entonces dos nuevos triples visitantes, uno sobre la bocina y en posición muy forzada de Kuric y, en el ataque siguiente, un segundo de Pangos que dieron oxígeno a los de Pesic a cuatro minutos y medio del final.
A los dos últimos minutos se llegó con el Barça siete arriba y medio triunfo en el bolsillo y, aunque algún triple blanco mantuvo el interés hasta el final, el rey de los clásicos de esta temporada supo sellar su cuarta victoria del curso ante el Real Madrid y, de paso, logró salir más líder del WiZink Center.