CON RUBÉN AMÓN

Rubén Amón indulta a los padres: "Reinamos pero no gobernamos, para entendernos"

Más que el día del padre debería celebrarse el día mundial del padre, igual que ocurre con las categorías precarias de la sociedad. El día mundial del retrete, el día de la capa de ozono. Porque el padre, al menos en la cultura mediterránea, es un estorbo y una figura embarazosa desde que San José se convirtió en figurante del portal de Belén a falta de méritos reproductivos.

@Ruben_Amon

Madrid | 16.03.2018 10:01

El papel subordinado y hasta cabestrón del santo que se celebra el 19 de marzo sobrepasa, en efecto, el equilibrio de la sagrada familia para convertirse en un síntoma o en un antecedente del gran ausente en que se ha transformado la figura del padre en aguas del Mare Nostrum.

Es una teoría del escritor francoitaliano François Caviglioli, según el cual el patriarca bíblico, el paterfamilias romano, el sultán otomano, el capo siciliano, el ejecutivo de Marsella y el señorito cordobés carecen de prestigio y hasta de atribuciones en los inescrutables espacios domésticos.

Reinamos pero no gobernamos, para entendernos. Y nos convertimos en el extremo recurrente donde hacen pinza las alianzas materno-filiales a costa de la aureola de hojalata que hemos heredado de San José. "Que papá no se entere" podría convertirse en el aforismo fundacional o recurrente de nuestros hogares.

Es la paradoja de las sociedades machistas y la razón por la que los padres del Mediterráneo, de Algeciras a Estambul, como canta Serrat, hombres solos en compañía de hombre solos, se entretienen en el ágora, en el foro, en los cafés y en las tabernas portuarias, esperando que los niños se vayan a la cama, retrasando el momento de quitarse el disfraz de superhéroe en el umbral del hogar, o cruzándolo de puntillas.

Una vez dentro de la fortaleza, el padre, como le sucede a San José en la claustrofobia del establo, ignora los códigos familiares, se desplaza sin brújula, escapa a comprar cigarrillos cuando puede, y hasta cuando no fuma, castiga a destiempo a la prole y la premia sin razón, incluso se expone a la emboscada parricida con que el mito de Edipo se arraiga en nuestra cultura. Este lunes 19 es el día del padre porque no lo es los 364 días restantes.