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Madrid | 05.06.2018 07:02
"Es una gran responsabilidad ser el único médico. Todos los neonatos derivados de los centros de salud y de los pueblos llegan aquí. Pero también te da la fuerza necesaria para hacer más por los recién nacidos", comenta. El problema más frecuente es el parto prematuro, 6 o 7 semanas antes de tiempo y dar a luz en casa y no en un marco seguro como un hospital, como recuerda Unicef.
Dar a luz en casa incrementa significativamente el riesgo de contraer infecciones. Casi siempre los bebés que nacen así terminan contrayendo alguna. Si consigue convencer a las mujeres embarazadas para que acudan al centro, el doctor Alem también se encuentra con la falta de espacio como dificultad.
"Tenemos una sala demasiado pequeña y en la que es muy difícil evitar infecciones. También nos faltan incubadoras o máquinas de oxígeno", declara.
A veces les falta de todo, asegura, y es muy triste perder un recién nacido por no tener un equipo adecuado o espacio suficiente. Pero no todo son malos momentos. Uno de los más felices que recuerda el doctor Alem es un día en el que llegó un bebé con parada cardiorespiratoria y pudieron reanimarle. El pequeño reaccionó, estuvo ingresado siete días y después le dieron el alta.