El martes llegó a la frontera de Ucrania un autobús del Español cargado de material. Lo dejaron allí y ahora han emprendido el camino de vuelta con el autobús lleno de refugiados ucranianos. En ese autobús viaja Lucho Flores que nos cuenta "el viaje, que está a punto de concluir, está siendo un éxito. Ahora estamos en la frontera entre Polonia y Alemania".
Han recogido 40 personas, "un adulto y el resto mujeres y niños. Estoy contento porque sobre todo a los jóvenes les veo cantando, como que se han quitado un peso de encima. Hace cuatro días estaban mucho peor. Es un cambio".
"Somos una asociación que en colaboración con el Espanyol normalmente traemos niños de la zona de Chernobil que vienen dos meses en verano y uno en Navidad. Muchos de los niños que traemos son de los que ya habían estado en la asociación", señala Lucho que comenta que "ocho de la misma familia se van a quedar en mi casa. En el pueblo la gente se ha volcado y muchos vecinos han ofrecido sus casas".
De todas las historias que le han contado se le viene a la cabeza la de dos niñas que el 15 de enero volvieron desde España a Ucrania, "llevaban dos semanas sin agua, luz, sin comunicación. Conseguimos hablar con una hermana de ellas y nos dijo que estaban bien. La hermana con su coche ha sacado a toda su familia a la frontera".