Castilla-La Mancha es conocida como el viñedo de Europa. Es la región que cuenta con más denominaciones de origen de toda España y sus rutas vinícolas no dejan indiferente a nadie.
El vino tiene vida. Está en constante evolución, y desde el gobierno autonómico apuestan por adaptarlo a los gustos del consumidor del siglo XXI.
El compromiso desde el sector es claro y desde el corazón de La Mancha, hablamos del vino y de otros manjares de esta región con el vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero, que destaca que "el vino está en nuestros orígenes y en la identidad de Castilla-La Mancha", pero también es preciso adaptarse a los nuevos gustos y mejorar siempre su calidad.
Actualmente están de moda los vinos blancos y el sector vitivinícola busca atraer nuevos consumidores, como los jóvenes y las mujeres. Una estrategia que ya están siguiendo los productores castellanomanchegos principalmente a través de la apuesta por la calidad.
Apuesta por la calidad, la internacionalización y la variedad
Castilla-La Mancha es el mayor viñedo del mundo con 450.000 hectáreas, por lo que "se trata de producir mucho, pero con mucha calidad" a la vez que se apuesta por la internacionalización.
Es la tierra que más vino español vende del mundo. Los vinos de Castilla-La Mancha están presentes en más de 150 países y la factura supone alrededor de 700 millones de euros de vino vendido al exterior.
"Mucho tiene que ver con la cantidad, pero sobre todo con la calidad y con la adaptación a los diferentes gustos", explica Caballero a la vez que detalla que los gustos de un consumidor alemán difieren en gran medida de los que pueda tener un consumidor brasileño o mexicano.
Experimentar vivencias a través de la comida y la bebida
Existen seis rutas del vino impulsadas por el gobierno autonómico que destacan las distintas realidades patrimoniales, gastronómicas y culturales de cada zona a través de eventos y actividades.
"Se trata de experimentar vivencias, sensaciones y saber que cuando alguien viaja no sólo va a recordar el lugar o los monumentos visitados, sino también lo que come y lo que bebe", sostiene Caballero y destaca que "en Castilla-La Mancha somos expertos en satisfacer a los paladares más exigentes".
Castilla-La Mancha, la despensa de Europa
Castilla-La Mancha es también "la despensa de Europa". Tiene 39 denominaciones de origen relacionadas con la gastronomía; desde el queso manchego, hasta las nueces de Nerpio, los mazapanes de Toledo o los pistachos, producto del que es el mayor productor de España.
Además, después de Andalucía es la segunda comunidad autónoma más productora de aceite de oliva, pues ya tienen la misma cantidad de superficie de olivos como de viñedos.
En definitiva, el vicepresidente segundo asegura: "somos una gran despensa porque hemos apostado por la calidad, la variedad y por situar nuestros productos en los mercados más exigentes".
El objetivo es que quede valor añadido a la gente del campo, a "esos hombres y mujeres que trabajan su tierra y riegan los surcos con su sudor".
Innovación en el sector vitivinícola
La administración se encuentra en constante contacto con el sector vitivinícola, que apuesta por la innovación.
Los productores y agricultores han hecho un esfuerzo constante en la modernización de sus técnicas de cultivo y de recogida de la uva. Asimismo, las bodegas están incorporando las mejores tecnologías junto al conocimiento de siempre.
Por último, es importante la estrategia de comercialización de los vinos para dotar de mayor valor añadido al producto. "Queremos vender mucho vino y lo queremos vender cuanto más caro, mejor", sostiene Caballero.
A la cabeza de España en materia de sostenibilidad
El futuro de Castilla-La Mancha también pasa por su apuesta por las energías renovables y el cuidado del medio ambiente.
En Alcázar de San Juan ya se han realizado experiencias de hidrógeno verde muy importantes y se trata de una de las comunidades de España más productoras de energía solar, por lo que Castilla-La Mancha se sitúa a la cabeza de España en materia de sostenibilidad.
