La ministra de Hacienda defiende en el Congreso el proyecto de Presupuestos que salvo sorpresas tiene pocos visos de ser retocados en lo esencial por más críticas económicas generalizadas por su falta de realismo a la hora de cuadrar ingresos y gastos.
Si acaso, los retoques no tendrán que ver necesariamente con números....más bien con concesiones políticas a los socios nacionalistas del Gobierno, insaciables como siempre: que si reforma del delito de sedición, que si selecciones deportivas propias....La izquierda nunca fue nacionalista. Más bien lo contrario. Pero oiga. El actual gobierno no se caracteriza ni por ponerse exquisito cuando la necesidad de mantener el gobierno aprieta.