Los tacones comenzaron siendo una muestra de estatus, elegancia y masculinidad. Los zapatos no eran tan estrechos como los stiletto que conocemos hoy en día, sino que tenían una suela ancha. El Rey Sol o Luis XIV fue uno de los mayores referentes de esta prenda, y consiguió poner de moda los tacones rojos, color relacionado con la aristocracia, debido a su baja estatura. Posteriormente esta connotación del tacón cambiaría y comenzaría a relacionarse con lo erótico y lo femenino.
Historia del tacón
Patricia González Aldea es autora del libro 'Historia del calzado. Emblema del poder y la seducción', el cual cuenta muchos datos sobre los tacones. Explica que sus inicios se remontan a los Jinetes Persas de Oriente Próximo, que los utilizaban para fijar el pie en los estribos de la montura. No obstante, cuenta que durante el reinado del monarca francés tuvieron su mayor repercusión y comenzaron a utilizarse de manera recurrente, aunque fuese entre la aristocracia. "Tenía un zapatero privado que le pintaba hasta escenas en el interior del tacón", cuenta sobre el soberano.
Tenía un zapatero privado que le pintaba hasta escenas en el interior del tacón
Al ser una muestra de poder y la alta clase, antes era muy difícil encontrar a personas comunes utilizándolos porque había prohibiciones, pero asegura que lo más importante a la hora de llevarlos era el color de los mismos. Asegura que "conseguir el tinte del rojo era lo caro, lo que hacía que el elemento fuese exclusivo de distinción". No fue a partir del siglo XVII que no se empieza a normalizar el uso de estos zapatos, aunque su clientela habitual fuesen los hombres.
En el Rococó las mujeres comienzan a portarlos, como en el cuadro de Jean-Honoré Fragonard: 'El columpio', cuya mujer lleva unos zapatos con un pequeño tacón en forma de reloj de arena. Tras la Revolución Francesa cambia todo, y dejan de utilizarse como muestra de rebelión contra la aristocracia hasta el siglo XX, el de la moda, que lo empiezan a usar sólo las mujeres con numerosas formas de tacón.
En 1950, se crea el famoso "stiletto", nombre que recibe por un varón famoso. La idea fue trasladada por Roger Vivier que comienza a experimentar sobre cómo poder crear un tacón resistente, con metal en su interior, pero que no agujeree el suelo a su paso ni haga mucho ruido. La solución a ello, era este estilo de tacón. No fue hasta 1970 que se crearon las cuñas.
¿Cómo afecta el tacón al pie?
El tacón es un zapato que va en contra de la forma natural del pie a la hora de mantener a su portador "inclinado". Para saber hasta que punto llevarlos es nocivo, la podóloga y profesora de la Universidad de Extremadura Belinda Basilio Fernández, lo explica.
"No soy de prohibir, pero como profesional es cierto que el tacón hace muchas malformaciones en el pie", son las primeras palabras que traslada la profesional. Cuenta que el cuerpo se va adaptando a cualquier cosa, e incluye ahí el uso de este zapato, el cual al principio puede ser doloroso.
No soy de prohibir, pero como profesional es cierto que el tacón hace muchas malformaciones en el pie
Expone que las lesiones no sólo afectan al pie, porque está conectado con numerosas dolencias del cuerpo "cuando tú elevas con un tacón el pie, todo cambia: la rodilla sufre, la cadera sufre", hasta puedes sufrir contracturas lumbares porque todo nuestro cuerpo es una cadena muscular. Para Belinda, el mejor zapato es el 'Drop Cero' y recomienda que la suela no sea mayor a 2 o 3 centímetros de plataforma.
Cuando tú elevas con un tacón el pie, todo cambia: la rodilla sufre, la cadera sufre
El neuroma de Morton es una de las patologías más comunes: es un engrosamiento del nervio interdigital en el espacio que existe entre el tercer y cuarto dedo del pie que se produce como consecuencia de una compresión crónica. Cuenta que dependiendo del neuroma, hay numerosas técnicas para tratarlo hasta el punto de revertirlo, pero hay que realizar cambios.
