Desprecintado ya mayo, asumimos los futboleros que esto esprinta hacia su final. Durante las próximas 4 semanas iremos coronando campeones a falta de ese Mundial de Clubes que nos llevará a los Estados Unidos desde el 13 de junio.
Los equipos potentes están exhaustos. Ahora más que nunca resuenan las críticas sobre la saturación del calendario y la inacción de las partes implicadas. Y ahora más que nunca las numerosas mentes conspiranoicas sacan a paseo sus supuestas tesis que explican supuestos comportamientos.
No sé si meter en este apartado al doctor Mihic, un galeno que ejerció en el Real Madrid hasta hace 2 años y que vino a insinuar en una entrevista en Marca algo sorprendente. Preguntado por la moda de la que muchos hemos hecho debate sobre las muñecas vendadas en futbolistas, el buen doctor lanzó su frase incendiaria: “si quieres tener un acceso venoso más fácil, es en las manos y en las muñecas”.
La insinuación viene a señalar a sus colegas con prácticas sospechosas y a la par, vuelve a bordear ese mantra que circula en torno al deporte rey: el doping en el fútbol se persigue poco. Para más inri, los más vendados en la actualidad, son los cracks del Barça, con sus muñecas tan tapadas como los que piensan cosas raras sobre su preparación física. Es más, alguno ha buceado en la videoteca para comprobar que algún jugador de Bayern en la época de Hansi Flick… Ya ejerció la práctica del envolvimiento muñequil. Por cierto, tampoco ayudan algunas explicaciones a preguntas de la prensa: el vendaje de De Jong en pasadas temporadas… ¡Fue por una picadura de avispa!
Sigo creyendo que es puritita moda y superstición, pero esto no sacia el morbo oscuro que tanta presencia tiene en la sociedad actual. No descarto que la Asociación de Médicos de Equipos de Fútbol emita un comunicado… ¡O una querella al canto de Manos Limpias! (O muñecas, en este caso).