Francisco de Vizcaya nos cuenta que su madre tiene Alzheimer y que "ha sido la mayor desgracia para ella como enferma y para mí como hijo". Cuenta que lleva 4 años en una residencia y se queja del trato que recibe allí: "Todas las residencias que hay, unas son muy malas y otras son peores", asegura.
Desde Madrid nos llama Josune, que trabajaba como psicóloga en una asociación de familiares de enfermos de Alzheimer. Destaca la labor de este tipo de orgranizaciones para apoyar a la gente que vive esta enfermedad en soledad: "La asociación puede ser un punto de encuentro con otros familiares y con profesionales", cuenta, y destaca que "puede facilitar el proceso, e incluso sacar algo positivo de él".
Nos vamos a Granada para escuchar a Antonio, que destaca la importancia de la música para que los enfermos mejoren. Él pertenece a la tuna de aparejadores de Granada, y recuerda una ocasión en que cantaron en el cumpleaños de una anciana con Alzheimer. "Tocamos algunas canciones que a ella le gustaban y fue como un interruptor, empezó a cantar con nosotros, incluso reconoció a sus hijos", cuenta. Y recomienda a los familiares de estos enfermos que busquen canciones importantes para ellos porque "les hace volver".
Y María Eugenia, de Málaga, quiere dar a la gente "esperanza", porque "después del primer impacto hay que predisponerse a dejarse ayudar y a buscar esa ayuda". Cuenta que cuidó a su madre durante 14 años y que gracias a la ayuda de su marido, sus hermanos y la Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, "aprendí a llevar la enfermedad, con mucho diálogo, mucho amor y mucha paciencia". E insiste en que, pese a ser una experiencia muy dura, siempre "se puede ver un poco de luz en el camino, y fue tremendamente satisfactorio darle amor y ayudar a mi madre durante tanto tiempo".