Llegó ayer a las 19:15h al aeropuerto de Vigo después de más de seiscientos días en los Emiratos y de un viaje de 6.000 kilómetros.
Bajó por la escalerilla con doce kilos menos, sin muletas ni bastón. Le esperaba el abrazo de su hija Elena.
Se alojará en casa del presidente del Club Naútico de Sanxenxo y estará hasta el lunes, cuando se entrevistará con su hijo, Felipe VI y con Sofía, su esposa.
Pedro Sánchez ha prohibido que Juan Carlos I resida en el Palacio de la Zarzuela y lo quiere lejos de España. La izquierda le acusa de haber sido elegido por Franco y él dijo: "Sí, yo sucedo a Franco, pero de quien soy heredero es de diecisiete reyes".
La segunda república procesó a Alfonso XIII y expropió sus bienes. Juan Carlos restauró la monarquía parlamentaria y puso el Ejército a la orden de los demócratas.
Vivió en La Zarzuela con 25 perros, cazó osos en Rumanía y elefantes en África. Y fue muy muy faldero.
Ahora el Gobierno le prohibe entrar en Palacio a pesar de que la Fiscalía ha archivado sus causas porque sus delitos han preescrito o están protegidos por la inviolabilidad.
Carrillo le garantizó mil años si respetaba la Constitución, pero el PC de ahora ha convocado manifestaciones pidiendo la República. Los separatistas le llaman putero, ladrón y asesino de elfantes.
No le van a dejar beber, querido Carlos, ni una de las 10.000 botellas de vino que guardó en la bodega de la Zarzuela.
Está condenado a vivir en un país donde no le dejan decir: "¡Viva el vino!"
