opinión

Monólogo de Alsina: "Trapero, absuelto. Ni sedición ni desobediencia"

Carlos Alsina reflexiona sobre la absolución por la Audiencia Nacional de Josep Lluis Trapero del delito de sedición y sobre la medida del toque de queda que se plantea el Gobierno como nueva medida contra el coronavirus.

- Coronavirus España: Moción de censura, confinamiento, toque de queda y última hora de la Covid-19

Carlos Alsina

Madrid | 21.10.2020 08:25

Del comisario Trapero, que hoy será absuelto por la Audiencia Nacional de todos los delitos por lo que fue juzgado, dejó escrito el abogado Melero en el libro que escribió sobre el juicio del procés que ‘el extraordinario encumbramiento mediático de que fue objeto acabaría por tener funestas consecuencias. Y también, que la combinación de Trapero, comisario jefe de los mossos celoso de sus competencias, con el coronel Pérez de los Cobos, coordinador policial enviado por el gobierno central, tuvo los efectos de la gasolina en un incendio o de una tormenta perfecta..

Al comisario Trapero –-que esta mañana quedará absuelto-- lo convirtió en un icono el movimiento nacional independentista no por su actuación en el referéndum ilícito del primero de octubre, sino por lo que había sucedido un mes y medio antes. Los atentados de Barcelona y Cambrils, con aquel episodio previo que fue la explosión de la casa de Alcanar (utilizada por la célula yihadista) y con aquel episodio posterior que fue la muerte de uno de los terroristas huído. Fue en una comparecencia de prensa para informar de la actuación policial donde Trapero despachó a un periodista extranjero que pidió que se informara en español con aquello de "bueno, pues molt be, pues adiós" que acabó estampándose en camisetas.

Fue ahí donde Trapero pasó de ser el comisario jefe de los mossos a ser una estrella del pop indepe. No porque él lo buscara. Al gobierno puigdemónico le interesó alimentar la idea de que los mossos eran un modelo de eficacia, en contraposición con los otros cuerpos policiales, llamados, desdeñosamente, del Estado. Cuando luego llegó el primero de octubre, y todas las jornadas previas, ya estaba aupado a los altares de la causa secesionista y, por más que los perfiles que de él se hicieron mencionaran que independentista no había sido nunca, arrastraba la sospecha de estar queriendo hacer méritos ante esta parroquia tan devota.

Que los mossos de esquadra dejaron hacer en los colegios la mañana del primero de octubre es algo que recogieron aquel día todas las crónicas de prensa. La pareja de guardias saludaba, informaba a los congregados de que había que cerrar las instalaciones, estos les decían que eran muchos y que estaban celebrando una chocolatada y los guardias cruzaban la acera y se quedaban al otro lado, mirando.

El debate judicial no estuvo ahí. Estuvo en si esta forma de proceder de los mossos era una forma de hacerle el juego al gobierno independentista facilitando el referéndum y, por tanto, la sedición o era una forma de cumplir las instrucciones judiciales pero anteponiendo la convivencia a la confiscación de las urnas. Esto es lo que sostuvo Trapero: que él cumplió con la orden de la juez Armas, pero que la misma juez pidió que se preservara el orden y la convivencia y nunca le reprochó que no hicieran lo que se les había encomendado. Su tesis fue: hicimos lo que pudimos porque no se podía hacer más. La tesis de la fiscalía, apoyada en el testimonio del coronel Pérez de los Cobos, fue que sólo aparentaron hacerlo.

A las nueve y media recibirán las partes personadas su copia de la sentencia y podremos conocer cómo argumenta el tribunal (por dos a uno) la inocencia del comisario Trapero. Lo que ya se conoce es el fallo. Que supone un revés para la fiscalía de la Audiencia Nacional y para el coronel Pérez de los Cobos, cuyo relato de los hechos no comparten los magistrados.

Dos a uno porque no hay unanimidad en el tribunal. La juez Espejel sostiene que sí existió sedición y lo argumenta en un voto particular. Del que también esta mañana conoceremos sus razones. Sin que eso cambie la noticia principal: José Luis Trapero no cometió sedición ni desobediencia. El comisario no delinquió.

Coronavirus: dos nuevos estribillos en el debate público

Epidemia de coronavirus en España. Los dos nuevos estribillos del debate público son ‘la segunda ola afecta a toda Europa’ y ‘démosle una vuelta a lo del toque de queda’. El primero viene a decir que en todas partes cuecen habas, no vaya a parecer que volvemos a ser los que peor lo llevamos (aunque lo somos). La segunda ola que, según el ministro, es ya una realidad en Europa viene siendo una realidad en España desde finales del mes de agosto. Y estamos a 21 de octubre.

El segundo nuevo estribillo, lo del toque de queda, es la prueba de que todas estas medidas que hasta ahora se consideraban muy útiles, a saber, reducción de aforos, límite a las reuniones familiares y adelanto del horario de cierre de bares y restaurantes, no están dando el fruto esperado.

A Macron se le ocurre en Francia una cosa nueva, reclusión obligada de las familias en sus casas sólo en horario nocturno, y los demás gobernantes contemplan la novedad queriendo pensar que aún existen alternativas al confinamiento total, es decir, a lo de marzo. Si cerrar a las nueve los locales de ocio no basta, encerremos a la gente en su casa entre esa hora, las nueve, y las seis de la mañana. Esto es lo que ha empezado a aplicarse en París y lo que el gobierno de Madrid (y no sólo el de Madrid) ve con buenos ojos. Al gobierno central también parece que le seduce probar esta nueva medida, lo que pasa es que la condiciona (de momento) a que Ayuso primero se la pida. Sí, ya lo sé, esto es el día de la marmota. Pero cada vez que empezó el runrún de nuevas limitaciones, éstas acabaron llegando. Pasó con el cierre de Madrid y pasó con el estado de alarma madrileño.

Ahora la situación se está agravando en Navarra (más de mil casos por cien mil), y en Aragón, La Rioja y Castilla y León (más de quinientos en todas ellas). La media nacional sigue subiendo, alcanza los 322 casos por cien mil y se sitúa en la banda alta de los escenarios de riesgo que maneja el gobierno (desde luego muy por encima de los 150 casos que el ministerio de Sanidad considera ya un escenario negativo). Y siendo todo eso así, yendo las cosas a peor en casi todo el territorio nacional, lo del toque de queda como sucedáneo del confinamiento total empieza a ser considerado en serio por el gobierno.

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