OPINIÓN

El emocionante homenaje de Alsina a Verónica Forqué: "Una de nosotros"

Carlos Alsina realiza un sentido y emocionante homenaje a Verónica Forqué en su monólogo y reflexiona sobre la necesidad de visibilizar los problemas de salud mental para evitar que el número de suicidios siga aumentando en nuestro país.

🔴 Suicidios y salud mental en España, al descubierto: cifras y evolución de una epidemia tabú

Carlos Alsina

Madrid | 14.12.2021 08:33

Hoy somos uno menos. En la familia numerosa y dispersa que es un programa de radio como éste. Hoy despedimos, hoy lloramos la ausencia de una oyente de nombre Verónica y apellido Forqué. Nacida en diciembre de 1955, fallecida en diciembre de 2021. Hija de escritora y director de teatro, nieta de músico, hermana de Álvaro, al que añoraba, y madre de María. Verónica Forqué. Actriz. No sólo popular, sino popularísima. Y no de ahora, sino de siempre.

En octubre del año pasado, cuando conversamos aquí con ella sobre la vida, la pandemia y el teatro, descubrimos que era parte de la familia de oyentes de esta cadena de radio.

Verónica Forqué, fan de nuestra propia historia

Fan del veterinario de Onda Cero, fan de Julia, parte, en fin, de nuestra propia historia. El nombre de Verónica Forqué era sinónimo, para el espectador, de comedia española. No hizo sólo comedia, pero sobre todo hizo grandes muchas comedias. Y por eso, al decir Verónica Forqué uno pensaba en el sentido del humor, la alegría, la despreocupación. Qué sabemos, en realidad, de lo que lleva por dentro una persona. Si sabemos poco de quien trabaja cada día a nuestro lado, cuánto más no sabremos de una figura popular, o famosa.

Al decir Verónica Forqué uno pensaba en el sentido del humor, la alegría, la despreocupación. Qué sabemos, en realidad, de lo que lleva por dentro una persona. Si sabemos poco de quien trabaja cada día a nuestro lado, cuánto más no sabremos de una figura popular, o famosa.

Como ocurrió cuando Blanca, Fernández Ochoa, las primeras informaciones de ayer decían que a Verónica Forqué la habían encontrado muerta en su casa. Que es una fórmula que empleamos los medios para empezar a decir, sin decirlo aún del todo, que no hubo acto violento, crimen, ni sufrió un fallo cardiaco, o un problema respiratorio, o un ictus. Y también, y también, es la forma de decir que no constaba que padeciera una enfermedad grave, de ésas que llamamos largas y penosas y que casi siempre significan cáncer. Cuántas otras enfermedades largas y penosas pueden explicar el fallecimiento de alguien.

La hipótesis del fallecimiento de Verónica Forqué es el suicidio

Después de esas primeras informaciones ya se empezó a decir abiertamente, sin subterfugios de otros tiempos, que la hipótesis del fallecimiento de Verónica Forqué es el suicidio. Diez personas mueren cada día en España por esta causa. El año pasado, cuatro mil personas. Que una de ellas sea alguien conocido no tiene, en realidad, nada de anómalo.

Es una hipótesis y como tal debe ser tratada. Cuando Blanca recuerdo que comentamos aquí cómo los medios empezábamos a levantar ese velo. Que ya no estaba tan claro aquello del efecto contagio, que se abría camino la idea de que hacer visible esta realidad puede ayudar a afrontarla, y que era hora de desterrar el estigma que históricamente ha acompañado a quien se suicida y a su familia. Como si fuera una muerte que habla mal de quien la ha sufrido y de su entorno.

Cada vez que informamos de un caso como éste les digo lo mismo: las razones que pueden llevar a alguien a convencerse de que sólo acabando con su vida podrá acabar con el dolor, y liberarse, son diversas. Y sólo cuando esa persona deja expuestos sus motivos puede afirmarse con seguridad qué le ocurrió. En el resto de los casos, todo son conjeturas.

Una enfermedad no es una batalla y, por eso, ni se gana ni se pierde

Tendemos a atribuir la causa, como si tuviera que haber una, única o dominante, a aquello que sabemos de esa persona. Lo último que sabíamos de Verónica Forqué era que había concursado en Masterchef. Sabíamos de la exposición pública, que eso supuso de su temperamento o sus cambios de humor, de las críticas que sufrió en las redes sociales. Y como eso es lo que sabemos, a eso atribuimos que se haya quitado la vida.

Así como el cáncer, que en otros tiempos se ocultaba, ahora es frecuente que se declare, tengo cáncer y estoy en tratamiento para curarme, con la depresión y otras enfermedades mentales apenas se ha empezado a abrir esa puerta, tengo depresión y estoy en tratamiento para curarme. Verónica Forqué lo hizo hace tiempo

Pero está todo lo que no sabemos. De esta persona y de cualquiera otra. Y entre las cosas que casi nunca sabemos está lo de la larga y penosa enfermedad. Que no se llama cáncer sino, por ejemplo, depresión. O tantas otras. Así como el cáncer, que en otros tiempos se ocultaba, ahora es frecuente que se declare, tengo cáncer y estoy en tratamiento para curarme, con la depresión y otras enfermedades mentales apenas se ha empezado a abrir esa puerta, tengo depresión y estoy en tratamiento para curarme. Verónica Forqué lo hizo hace tiempo: habló de la depresión que padeció, del tratamiento y de lo que había aprendido. Ayer, sin que lleguemos a saber si hubo un porqué, se terminó su vida. Una enfermedad no es una batalla y, por eso, ni se gana ni se pierde.