"Canta Sabina que 'bailar es soñar con los pies' y a Sara Baras tampoco le falta la 'S' de sueños en el nombre. Ella es el baile y el baile es ella. En todos estos años no ha habido quien le hiciera sombra. Es ahora ella quien nos la da en forma de espectáculo. 'Sombras', así se llama la obra en la que nos acercará su historia, a partir de este jueves, en el Teatro Rialto de Madrid. En la que se atreve sobre el escenario, con Lorca, con Leonard Cohen, con el jazz, con el vals, con todos los palos del sombrajo flamenco y en especial con la Farruca, un baile de hombres", dice Javier Ruiz Taboada.
Creó su propia compañía por demostrar que coreografiaba y dirigía
En 'Sombras', espectáculo que creó para celebrar las dos décadas de vida de su compañía, rinde tributo a un palo del flamenco un tanto olvidado: la farruca, que para ella tiene un significado especial. Desde muy joven Sara Baras decidió crear su propia compañía, el Ballet Flamenco Sara Baras "por la necesidad de demostrar que yo coreografiaba y dirigía", explica la bailarina que a sus 50 años, asegura tener muy presente a la niña que fue y sigue manteniendo "la misma ilusión que cuando empezaba".
La primera vez que anunció la creación de su compañía, todo su círculo de amigos, compañeros y familiares le advirtieron de lo arriesgada que era aquella idea. Sin embargo, hoy en día agradece enormemente haber sido muy valiente para tomar aquella decisión y se alegra por haber apostado por todo su equipo. "Ahora, por experiencia, intento ayudar al que empieza", dice Sara Baras sobre la escasez de compañías de baile privadas en España.
"Ahora todo el mundo espera algo de ti, ya te conocen"
Después de toda una espectacular carrera, Sara Baras continúa teniendo una constante necesidad de crear y arriesgar, pero esto en ocasiones es complicado de compaginar con la fama. "Ahora todo el mundo espera de ti, ya te conocen, y para sorprender te lo tienes que currar", aunque, por suerte, "hay mucha gente enamorada del flamenco con una gran capacidad de aportar cosas buenas".
La fama también conlleva un gran responsabilidad: "Siento el peso de la responsabilidad desde hace un tiempo y duele porque piensas que eres imagen para muchas niñas que se quieren dedicar a esto y no te permites ni medio fallo", dice Sara. Para la representación de 'Sombras' -obra que lleva sin hacer desde la pandemia- han adaptado la obra al espacio del Teatro Rialto y de cara a su estreno de mañana, llevan semanas haciendo pruebas de luces, sonido y de vestuario.
En 'Sombras', como en todas sus obras, el compromiso que crea con el público es siempre al 100% de su entrega. "Hay una entrega total para que cada cosa esté en su sitio en el momento justo y lo podamos compartir en directo con el público". Un público con el que dice "no tener suficientes palabras de agradecimiento".
