Beatriz Ramos Puente | @Ramos_Puente
Madrid | 04.07.2017 06:48
La CNN ha reconstruido esos mensajes, en los que la joven cuenta a su madre cómo Odai ha enfermado por beber agua envenenada y la dificultad para encontrar alimentos. También le habla del miedo a ser arrestada por comunicarse con ella y de cómo están aislados en esa ciudad.
Wafa pasa días, a veces semanas, sin recibir noticias de su hija. Y siente como si algo dentro de ella estuviera muriendo. A Maha lo que se le está muriendo es su hijo, deshidratado, ante sus propios ojos, y suplica a su madre que la saque de ese infierno. A medida que pasan los meses, los mensajes se vuelven más desesperados y entrecortados por el llanto y la emoción de ambas.