La huelga convocada por los técnicos de Hacienda para exigir reconocimiento de sus funciones, más medios y una carrera profesional digna. En diálogo con Rafa Latorre, Carlos Cruzado desgrana casi dos décadas de incumplimientos, una plantilla menguante y una organización que, según denuncia, prioriza la comprobación de pequeños contribuyentes frente al control de grandes patrimonios y estructuras societarias complejas.
Dos décadas de promesas incumplidas
Latorre recuerda que estas reivindicaciones "llevan lustros" encima de la mesa, y Cruzado confirma que el malestar viene de lejos. Explica que ya en 2006, con la ley de prevención del fraude, se obligaba al Gobierno y a Hacienda a analizar las verdaderas funciones y responsabilidades de los técnicos y a adaptar sus puestos a la estructura del Ministerio y de la Agencia Tributaria, pero "casi 20 años después, esto no se ha hecho".
El portavoz de Gestha subraya que, a este incumplimiento, se suma el bloqueo de la carrera profesional y el impacto de "más de mil jubilaciones en los últimos cinco años" que no se han cubierto con nuevos técnicos de entrada, lo que ha generado un "panorama complicado" y un debilitamiento del control tributario y del gasto público.
Falta de plantilla y control descompensado
Cruzado recuerda que muchos ciudadanos creen que Hacienda está sobrada de medios, cuando en realidad España está muy por debajo de la media europea en efectivos por contribuyente. Según detalla, el país cuenta "con casi la mitad de efectivos por contribuyente" que la media de la Unión Europea, lo que dificulta aplicar las reformas legales aprobadas en los últimos años.
Apunta que, pese a que la última ley de prevención del fraude fijaba la prioridad en el control de grandes empresas, grandes fortunas y estructuras familiares complejas, la realidad es otra: "Más del 75% de las actuaciones de comprobación se refieren al impuesto sobre la renta y suponen actas que no superan los 1.000 euros".
El resultado, denuncia, es un sistema que aprieta sobre asalariados, autónomos y pymes mientras falla en la supervisión de los grandes contribuyentes.
Verifactu: un retraso que alivia y desconcierta
La conversación aborda también el sistema Verifactu, cuya implantación se ha vuelto a aplazar, generando confusión entre empresas y asesores. Cruzado reconoce que, para "casi 5 millones de sociedades y autónomos", especialmente pequeñas empresas, el retraso supone "una oportunidad" para adaptarse mejor y resolver dudas técnicas.
Sin embargo, muestra sorpresa por la falta de información interna: reprocha al Ministerio que los técnicos "no hayan conocido esta decisión" pese a que son ellos quienes deberán gestionar y comprobar el cumplimiento del sistema. Aun así, defiende que se trata de una herramienta que "va a contribuir a la lucha contra el fraude de manera importante" y confía en que no sufra nuevos retrasos.
Presupuestos prorrogados y margen de maniobra
Preguntado por la ausencia de una nueva ley de Presupuestos, el portavoz de Gestha admite que la situación "es complicada", sobre todo en lo que afecta a inversiones. Recuerda que determinadas medidas, como subidas salariales de funcionarios o de pensiones, se pueden articular mediante decretos que luego deben ser convalidados en el Congreso, pero esa vía tiene límites.
Cruzado destaca que el actual contexto económico, con incremento de ingresos por la marcha de la economía, la mejora del empleo y el efecto de la inflación sobre los tipos efectivos, está dando cierto oxígeno a las cuentas públicas. Sin embargo, reconoce que compromisos como elevar el porcentaje de gasto en defensa pueden verse especialmente condicionados por no contar con unas nuevas cuentas aprobadas.
La agencia tributaria catalana, un proyecto inviable hoy
Sobre las promesas de una agencia tributaria propia para Cataluña, Cruzado recuerda que se trata de un debate antiguo y lleno de dificultades. Por un lado, apunta a los problemas legales para aprobar los cambios normativos necesarios que permitan una financiación "singular"; por otro, insiste en la "imposibilidad material" de que la Agencia Tributaria Catalana, tal y como está dimensionada hoy, asuma las funciones que presta la Agencia Estatal.
El portavoz de Gestha subraya que el número de funcionarios de la Agencia Estatal en Cataluña "es muy superior" a los efectivos de la estructura catalana, tanto en personal como en recursos informáticos. A su juicio, los continuos aplazamientos y la dilución de compromisos evidencian esa dificultad de llevar a la práctica el modelo anunciado.
