EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Sánchez negocia cuestiones que afectan a la médula de la democracia en secreto"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el camino de la investidura, las exigencias de los nacionalistas e independentistas y la situación en Israel.

Rafa Latorre

Madrid | 23.10.2023 20:20

No, el problema no va a ser que Sumar pida la rebaja de la jornada laboral. Estamos negociando con Gonzalo Boye, va a ser el problema Sumar. Ahora les cuento lo de Boye que es gravísimo. Pero, antes cerremos de una vez lo de Sumar. Yolanda Díaz va a obtener como logro en la negociación de la coalición, la rebaja de la jornada laboral y otras medidas relacionadas con el trabajo. Y bien está, porque estos no son los tiempos de las tortuosas negociaciones con Pablo Iglesias.

La coalición era un hecho antes de que arrancara la campaña y Sánchez y Díaz se han presentado como un ticket. Yolanda Díaz quiere cultivar un perfil laborista y alejarse así de los usos y maneras de esa minoría podemita que permanece emboscada en Sumar y que amenaza continuamente con el sabotaje. De hecho, Podemos ya ha dicho que hay que revisar los acuerdos, que son insuficientes. No, la rebaja de la jornada laboral no será un problema, ahora solo estamos en esa fase en la que inflar los anuncios para concederle a Sumar una victoria política. Se ponía muy tajante, que es lo que le corresponde, Ernesto Urtasun el número dos de Sumar.

Ojalá las negociaciones para formar gobierno se centrasen en cuestiones como la jornada laboral

Ojalá las negociaciones para formar gobierno se centrasen en cuestiones como la jornada laboral y otros aspectos programáticos sobre los que bien se puede discutir para tratar de mejorar la vida de los españoles. Porque es verdad que el problema del mercado laboral español es sobre todo la falta de productividad y que, si atendemos a la particularidad de algunos sectores, podría llegar a establecerse una jornada más corta que permita la conciliación o el descanso.

Peores medidas ha tenido que asumir Nadia Calviño, vicepresidenta en funciones y con otras aspiraciones. Hoy volvía a ponerse frente a Yolanda Díaz pero sin demasiada convicción en Televisión Española

Ojalá que lo que centraran las negociaciones fueran estas cuestiones programáticas. Porque esto sí iba en el programa de los socios de la coalición. Los españoles votaron sabiendo que Yolanda Díaz sería la ministra de Trabajo de Pedro Sánchez en caso de conservar la presidencia. Los problemas de la negociación para la investidura son otros. Muchísimo más graves. Tanto que hoy se queja hasta El País de la opacidad del Sánchez, que negocia cuestiones que afectan a la médula de la democracia en el puro secreto.

¿Se han encontrado los enviados socialistas con Carles Puigdemont?

Tanto que ni siquiera se han reconocido cuáles son las contrapartes de la negociación. ¿Se han encontrado los enviados socialistas con Carles Puigdemont? Puede que sea incluso peor. Hoy hay dos informaciones de El Español y de La Razón. De Fernando Garea y de Carmen Morodo. Ambas apuntan un nombre. Gonzalo Boye. ¿Quién es Gonzalo Boye? El abogado de Puigdemont. ¿Y por qué va a ser peor que Puigdemont? Desde luego tiene un historial delictivo mucho peor.

«Fue acusado de haber participado en el secuestro de Emiliano Revilla como subcontrata de ETA. En 1996, fue condenado a 14 años de cárcel por colaboración con ETA y en prisión sacó el título de abogado. Recientemente, ha ejercido como abogado del dirigente etarra José Antonio Urrutikoetxea, apodado Josu Ternera, precisamente, para evitar que sea entregado a España por Francia para ser juzgado».

Lo que ahora reclaman es que los catalanes sea considerados en España minoría nacional

Se sacó el título en la cárcel y últimamente es conocido por guiar los pasos de Puigdemont para que consiga eludir la acción de la justicia sin dejar de erosionar la democracia española. Nadie habría trabajado con tanto esfuerzo y eficacia contra España como este individuo. Con él estaría negociando según dice Garea Félix Bolaños. Todo un ministro de la Presidencia. Lo que dice Morodo es aún peor, porque dice que en la negocación para afinar la ley de amnistía participa Candido Conde Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional lo que aproximaría a España a una república bananera pero en horas críticas. Sería como para pedir un protectorado de la ONU.

Esta información coincide además con El País en que la amnistía ya está casi cerrada. Lo que pasa es que ahora empiezan otras pujas, porque no es solo Puigdemont. Y recordemos que la amnistía era condición para sentarse a negociarse, lo que ahora reclaman es que los catalanes sea considerados en España minoría nacional. Ahora que hablamos de la ONU. Los catalanes como los kurdos en Turquía o los uigures en China.

¿Los catalanes? Bueno, los catalanes y los vascos. Que tanto valen los votos de Junts y Esquerra como los de PNV y Bildu. Y las aspiraciones nacionales de unos será reclamadas para sí inmediatamente por los otros. Como decía Ortuzar este fin de semana.

Utilización de las propias víctimas para hacer propaganda

Entre las muchas diferencias que hay entre Israel y Hamás y que hablan de la asimetría moral de esta guerra en la que toda la exigencia se vuelca sobre una parte. Una no menor es la utilización de las propias víctimas para hacer propaganda. Lo digo porque la opinión pública mundial ha visto pocas imágenes crudas de la barbarie cometida por Hamás contra la población civil israelí.

Hay relatos periodísticos, claro, como este de la enviada de Il Corriere della Sera al kibutz de Be’eri: «Los terroristas entraron para torturar a mujeres y niños, secuestrar o matar. Encontramos niñas desnudas, con las manos atadas detrás de la espalda, violadas y luego asesinadas con un corte en el cuello. Niños quemados. Hombres y soldados decapitados». Sobre esto no habrán visto imágenes a pesar de que en Israel hay un prensa libre. Pero, también hay otra forma de exhibir a las víctimas. Es otra de las diferencias, de las muchas diferencias respecto de movimientos terroristas como Hamás, que ponen a vivos y muertos al servicio de su causa.

Les digo esto porque hoy, ante las dudas y las insidias volcadas en redes sociales, pero también en medios de comunicación, los informadores han podido ver las imágenes atroces de la masacre. Allí se encontraba la corresponsal en Israel de Onda Cero, Jana Beris.