EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Con lo que se habrá aburrido el prófugo y ahora le aparece cada día un invitado"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el temporal, la orden de alejamiento impuesta a Rubiales, las declaraciones de Sánchez sobre su proyecto de investidura y la reunión de Ortuzar con Puigdemont.

Rafa Latorre

Madrid | 15.09.2023 20:19

Está el tiempo peor que revuelto, está el tiempo imprevisible, de manera que conviene extremar las preocupaciones en las próximas horas. Luego va a mejorar pero miren el mapa meteorológico de España. Está rojigualda, si me permiten la broma.

En alerta roja por tormentas toda la costa mediterránea incluidas las Baleares, la campiña cordobesa y la sierra sur de Sevilla. El resto, todo en amarillo, pero ya les advierto de que la tónica es la inestabilidad así que todo puede complicarse de repente y por eso conviene evitar los cauces de los ríos y algunas actividades al aire libre que pudieran ponernos en riesgo.

Dos dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia y la Policía Local buscan a una persona a la que han arrastrado por una tromba de agua, mientras cruzaba un barranco, en la localidad de Paterna, en Valencia. El desaparecido es un varón que iba en bicicleta. Los efectos de las lluvias, además, han provocado la suspensión de las clases para un más de seis mil alumnos en la localidad alicantina de Jávea.

Andoni Ortuzar se ha ido a ver al prófugo

La imagen es grotesca, pero también es significativa y con ella el PNV pretende decir aquí estoy y soy tanto o más relevante para la investidura de Sánchez como Bildu, Esquerra o el propio Puigdemont. Andoni Ortuzar se ha ido a ver al prófugo. Con lo que se habrá aburrido el prófugo durante todos estos años y ahora le aparece cada día un invitado llamando a su puerta. Es lo que tiene ser un sumando imprescindible para forjar el bloque plurinacional con el que Sánchez pretender ¿gobernar este país? Al menos ser investido presidente.

Ha sido una reunión larga y por de pronto sin pinganillos, que los nacionalistas de España se entienden perfectamente en el idioma común, el español, cuando realmente les interesa. Respecto de la escenografía. Han debido de olvidarse la ikurriña en Vitoria. Porque en el salón de Puigdemont hay plantadas una bandera catalana y una europea, la estelada europea, pero la ikurriña la tiene puesta en la tele. En la pantalla de la televisión. Pero, más allá de lo grotesco de la escenografía, el movimiento político es interesante.

“El reciente paso por las urnas y la voluntad de la ciudadanía vasca y catalana han convertido en determinantes los votos de los cinco diputados jeltzales y de los siete de Junts para la conformación de un Gobierno en España”, remarcan el PNV y Junts en sendas notas informativas.

Ya pueden imaginar la carrera de socios que van a comenzar cuando empiece la negociación oficial de Sánchez

Ya pueden imaginar la carrera de socios que van a comenzar cuando empiece la negociación oficial de Sánchez con todos los que necesita para seguir siendo presidente. Porque Junts se enfrentará a Esquerra en unas autonómicas y el PNV se batirá con Bildu en otras. Y cada uno tiene que «hacer valer» cada uno de sus votos.

Hoy Sánchez ha reaparecido ya recuperado de la Covid que lo ausentó de la cumbre de Nueva Delhi. Ha hablado y no se ha referido explícitamente ni a la amnistía ni a Carles Puigdemont ni a las críticas de los viejos socialistas ni a la purga de Nicolás Redondo. En un acto de la CEOE ha criticado a Feijóo.

Sánchez en realidad lleva tiempo pensando y trabajando por su propia investidura

Se refiere a Feijóo, no al Rey. Si usted lo ha interpretado mal no se apure, es normal. Es que es el Rey el que designa un candidato a la investidura y el Rey le hizo el encargo a Feijóo. Es más, es que al Rey no le constan los apoyos que tiene Pedro Sánchez porque sus socios no quieren ni verle y no acuden a las convocatorias de la Zarzuela.

Verán como los dirigentes del PSOE son incapaces estos días de referirse siquiera a Puigdemont.

Pero Sánchez en realidad lleva tiempo pensando y trabajando por su propia investidura. Ya está tejiendo alianzas, más bien está tejiendo el disfraz de una amnistía para satisfacer las exigencias de Carles Puigdemont y que no parezca desentonar con la letra y el espíritu de la Constitución.

Se está produciendo un experimento interesante. Verán como los dirigentes del PSOE son incapaces estos días de referirse siquiera a Puigdemont. Ya no les digo etiquetarlo como se merece. Ayer era la derecha supremacista catalana, hoy es… ¿miembro de pleno derecho del bloque progresista?

Para medir la influencia que un socialista tiene en el PSOE actual basta con atender a cómo se refiere a Puigdemont. Si lo hace a las claras, por su nombre y se atreven a decir lo que es, su influencia es declinante o es ya cosa del pasado.

Hoy por ejemplo Elena Valenciano, socialista que alcanzó su mayor influencia en la época de Rubalcaba, no tuvo demasiado reparo con Alsina en definir a Puigdemont.

También se ha referido, por cierto, a Nicolás Redondo Terreros, expulsado del PSOE de Sánchez por haber criticado la amnistía. Es interesante lo que dice por cuanto retrata cómo ha cambiado el PSOE.

Contra esto ha llamado el PP a la movilización. Ya se conocen algunos detalles más de ese acto político, así lo llaman, que celebrará como preludio a la investidura fallida de Feijóo. Será en una avenida abierta del barrio de Salamanca de Madrid que es la avenida de Felipe II. Allí estarán tanto Aznar como Rajoy arropando a Alberto Núñez Feijóo. Hoy por cierto Feijoo ha coincidido con Aznar en la clausura del campus de la Fundación FAES.

Allí, ante el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, Feijóo ha denunciado que Sánchez pretende socavar los principios básicos de la democracia.