Este jueves es un día señalado en la historia culinaria española. Es el día de la Tortilla de Patatas.. No hay plato igual, que hibride con tanta perfección la cultura inca y española.
La tortilla de patatas es un buen indicador para saber cómo van los precios de la alimentación. Como apunta el INE, el aceite de oliva se ha encarecido un 30% en el último año, los huevos un 27%, las patatas un 19%, y si te gusta con cebolla, pues ha subido un 11 y medio. El año pasado los alimentos se despidieron con un avance del 15,/%, esto es 5 veces más de lo que han subido los salarios, un 3,24%, de media según los datos del INE.
En el mercado laboral la sorpresa llegaba con las declaraciones del líder de UGT, Pepe Álvarez, favorable a retirar la prestación por desempleo a los parados que rechacen una oferta de trabajo
Y mañana los sindicatos, empresarios y Gobierno se reunirán para dar el último empujón a la reforma de las Pensiones. El ministro Escrivá asegura que el acuerdo está cerca.
La clave, en este Gobierno, como siempre, es que Unidas Podemos se ablande y acepte los postulados del PSOE, entre ellos aumentar a 28 años el periodo de cómputo para calcular la pensión. La patronal rechaza aumentar las cotizaciones. Bruselas presiona y en juego 10.000 millones de euros, el siguiente pago de los Fondos.
El Euribor supera de largo el 3,9%. Mañana viernes es más que probable que toque el 4%. Nunca, desde que existe el euro, había aumentado a esta velocidad este indicador, clave para el coste de las hipotecas.
Y Joe Biden vuelve a subir los impuestos en EEUU a los ricos y a las empresas
Biden quiere subir el gasto público en EEUU un 10% y para ello defiende una subida en el Impuesto de Sociedades, a la inversión y, especialmente, a las grandes, grandes fortunas. Dice que cuando llegó a la Casa Blanca había 600 multimillonarios estadounidenses, que ahora hay mil. Hay más multimillonarios, pero los demócratas no tienen mayoría en el Congreso. Los republicanos ya han anunciado su oposición. Veremos a ver que ocurre. La verdad, es que si uno se echa un cigarrito o un cafelito podemos perdernos algo. Y según el Supremo, el café no es tiempo de trabajo efectivo. Ni aunque sea un cortado.
