Pocas cosas en economía más apegadas a nuestro día a día, que la Seguridad Social. Vamos a ver cómo se financia, cuál es su objetivo, cómo gasta su presupuesto y algunas cifras interesantes de esta entidad.
La Seguridad Social es un sistema de protección pública que tiene como objetivo cubrir las situaciones de necesidad que tenemos los residentes en España a lo largo de nuestra vida.
Normalmente, cuando hablamos de pensiones nos referimos a las de jubilación, pero pensiones son también las prestaciones por incapacidad temporal para trabajar -estar de baja por enfermedad-, prestaciones por desempleo, por maternidad o paternidad… cualquier situación que, en un momento concreto de nuestra vida, no nos permita trabajar y obtener ingresos suficientes para asegurarnos alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica, transporte…
La Seguridad Social se basa en otros muchos principios: Principio de Suficiencia, que es lo que establece los niveles de bienestar personal y colectivo: ¿qué prestación hay que dar en cada caso para cubrir esos “ingresos suficientes”? Este principio se complementa con el principio de “Contributividad”, por el que las personas, cuando trabajan y aportan parte de su sueldo a la Seguridad Social, tienen el derecho de beneficiarse de ayuda y protección cuando no puedan trabajar por alguna de las causas que hemos visto. Esta ayuda va a ser proporcional a la cantidad que ha aportado cada uno previamente.
Con unos límites mínimos y máximos, el que ha contribuido más, recibirá una prestación mayor por desempleo o por jubilación. El principio de Proporcionalidad. Por último, quiero hablarte del principio de Solidaridad, por el que las aportaciones que hacemos cada uno de nosotros, no se dedican a nosotros mismos, a los que vivimos en un mismo territorio y ni siquiera a los que estamos trabajando ahora mismo. Es la tan mencionada “solidaridad intergeneracional”, porque los contribuyentes de ahora, pagan las pensiones de jubilación de las generaciones anteriores, y la solidaridad también es “interterritorial”, porque cualquier persona en cualquier lugar de España, tiene derecho a las mismas prestaciones.
Al final la Seguridad Social es una gran hucha que llenamos trabajadores y empresas, para poder hacer frente a situaciones de enfermedad, vejez, desempleo… No nos va a dar tiempo a ver la organización, pero es el Estado, a diferentes niveles, el que va a tener la llave de esa hucha para organizar la distribución de los fondos de la forma más eficiente posible. Otro principio… este se llama de Unidad de Caja.
Efectivamente, un presupuesto es lo que hace la Seguridad Social. Tiene que calcular, en un período de tiempo, 2022 en este caso, qué ingresos va a tener y cuándo, que van a depender del nivel de empleo y de las cotizaciones, que cada empresa, empleado y trabajador autónomo aporte.
Y tiene también que calcular, qué gastos va a tener y cuándo, que dependerá, por ejemplo, de las pensiones por jubilación que esté pagando actualmente y las de las personas que se jubilarán este año; de las personas que estén desempleadas y cobrando el paro, de las estimaciones que hagan de desempleo, de las estimaciones que tengan de incapacidades temporal para trabajar, de nacimiento o adopción de hijos…
Estas cotizaciones son las que hablábamos hace unas semanas que han subido con el revuelo correspondiente en patronal y sindicatos. Las cotizaciones son un porcentaje de nuestro sueldo, y una parte la tienen que pagar las empresas por cada empleado. En una nómina se ve perfectamente. Ahora en 2022, por lo que se llaman contingencias comunes, la empresa aporta el 23,60% de nuestro salario y nosotros el 4,70%. Esto significa que si la empresa nos paga 1.000 euros, el coste para ella será de 1.236 euros, y que nosotros recibiremos 953.
La Seguridad Social recaudará los 236 de la empresa y los 47 nuestros, 283 euros para la hucha. Esto es sólo la parte de la Seguridad Social; en la nómina nos van a deducir también el IRPF, que va a parte porque va a otra hucha.
