con ana comellas

Así funciona esto: ¿Valor y utilidad van de la mano?

Repasamos en "Así funciona esto" todas las claves económicas con Ana Comellas. Hablamos sobre las diferencias entre el valor y la utilidad.

ondacero.es

Madrid | 07.01.2022 22:16

Así funciona esto del valor, del que le damos a determinados bienes. Y no sé tú, pero yo siempre me ha preguntado por qué los Reyes Magos le regalaron al niño Jesús, oro, incienso y mirra.

El oro, es el regalo que conocemos mejor porque sigue siendo valioso en nuestros días. El oro, por su valor, era un regalo de reyes y simboliza que Jesús es considerado rey entre los hombres.

De hecho, uno de los tres, el oro, lo seguimos considerando valioso dos mil años después. Es lo que llamamos un depósito de valor, un bien que, con el tiempo, acumula valor, no lo pierde. Su precio es variable, y sube y baja como el del resto de bienes, pero cuando hablamos de un depósito de valor, tenemos la confianza de que si compro oro hoy, dentro de un tiempo lo podré vender o intercambiar, por algo del mismo valor o superior. El oro es uno de los depósitos de valor más clásicos, junto con las piedras preciosas. También los son ciertas antigüedades, obras de arte… y más recientemente, algunos criptoactivos.

Pero el valor que le damos a esos bienes, no lo tienen los objetos en sí… No se puede construir una herramienta con oro, porque es un metal muy blando, o no me puedo comer un diamante en caso de necesidad.

Lo valioso no suele ser útil en el día a día

Lo que consideramos valioso, no suele ser útil en el día a día. Si pudiese hacer un martillo de oro, no podría usarlo porque se desgastaría y perdería parte de su valor. Si pudiese mordisquear un diamante, estaría consumiendo también su valor. Si fuese comestible, además, se podría estropear, sería perecedero, por lo que no me valdría como depósito.

Tampoco con un lienzo de Picasso me puedo hacer una falda, porque igualmente con su uso destruiría su valor. Para que algo sea depósito de valor necesito que sea duradero, que no se estropee con el paso del tiempo, y por eso tengo que alejarlo de la actividad diaria.

Pero como dices, el valor de estos bienes no lo tienen los bienes en sí, sino que es la sociedad la que se lo da. Si nos vamos unos siglos atrás, yo puedo decidir vender mis ovejas y acumular mi riqueza en oro porque tengo la certeza de que luego, con ese oro, podré comprar tierras en otro país, por ejemplo. El oro en concreto, igual que otros metales preciosos, tienen la ventaja de ser fácilmente transportables, por eso han servido de refugio de valor en situaciones extremas como guerras o éxodos.

La escasez da valor al bien

Normalmente la escasez le da valor al bien… si es algo que todo el mundo tiene en abundancia, no lo consideramos valioso. El oro y la plata tenían una relación 1:15 durante el siglo XIX. Esto significa que 1 kilo de oro valía lo mismo que 15 kilos de plata. En la actualidad esta relación es 1:80. Necesito 81 kilos de plata para comprar uno de oro, así que la plata ha perdido mucho valor. Ahí la escasez es clara: sólo hay una unidad.

Además el arte podría ser el ejemplo perfecto de cómo el valor a los bienes se lo damos nosotros como sociedad, con independencia del valor intrínseco que tenga el objeto. Piensa en la Gioconda, o en las Meninas… ¿por qué son valiosas? ¿la tabla o el lienzo sobre los que están pintados son mejores que otros? ¿los óleos son diferentes de los que utilizaban otros artistas? ¿Por qué no tiene el mismo valor incluso la misma imagen pintada por otras manos?

Con los mismos materiales, por el mismo precio, si quieres, unos hacen arte y otros no, porque el valor a las cosas lo da el que compra, no el que vende. El valor del oro, el incienso y la mirra, además del simbólico, habla de a lo que se daba valor en esa sociedad, en ese momento de la Historia. Y ese valor puede cambiar con el tiempo. Hoy en día la mirra ya no se utiliza para embalsamar, porque los enterramientos son distintos, y seguramente no sea escasa.