TERRITORIO NEGRO

Las claves del caso Dani Alves, acusado de violar a una joven en una discoteca de Barcelona

La estrella del fútbol Dani Alves pronto cumplirá un año en prisión, acusado de perpetrar una violación a una joven en Barcelona en diciembre del año pasado. A las puertas del juicio, Manu Marlasca y Luis Rendueles repasan todos los detalles del caso.

ondacero.es

Madrid | 11.12.2023 17:25

El próximo 20 de eneros se cumplirá un año del ingreso del futbolista Dani Alves en prisión, acusado de violar a una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona en vísperas de la pasada Nochevieja. Después de ofrecer diferentes versiones acerca de lo sucedido, Dani Alves se sentará en el banquillo de los acusados durante l juicio que se celebrará durante la primera mitad del año que viene: los periodistas Manu Marlasca y Luis Rendueles han repasado en el Territorio Negro todos los detalles que, por el momento, se conocen acerca de lo sucedido.

La defensa de Dani Alves tendrá que confrontar contra la Fiscalía General del Estado y la acusación particular de la víctima; el ministerio público solicita 9 años de prisión para el futbolista y otros 10 de libertad vigilada, así como una indemnización de 150.000 euros para la víctima, para compensar las secuelas físicas y psíquicas fruto de la presunta violación. La acusación particular de la joven eleva la petición de prisión hasta los 15 años, y coincide con la Fiscalía en la cuantía de la indemnización.

Secuelas psicológicas y laborales

El pasado mes de julio, la denunciante se sometió a un análisis físico y psicológico realizado por expertos que, tal y como indican Marlasca y Rendueles, diagnosticaron una sintomatología compatible con los rasgos del trastorno de estrés postraumático: los episodios de ansiedad y depresión que ha ido encadenando la víctima desde el episodio con Dani Alves han tenido repercusiones a nivel social y laboral, pues la víctima lleva cerca de un año sin trabajar, desde que denunció la presunta violación perpetrada por el futbolista brasileño.

En un primer momento, durante los días posteriores a la presunta agresión, la víctima denunció los hechos y afirmó que renunciaba a la indemnización que por ley le correspondía, afirmando que solo pretendía que se hiciese justicia mediante la imposición de una pena para Alves.

¿Es posible un acuerdo entre las partes?

7 meses después, en un momento en el que proceso judicial ya estaba más avanzado, la abogada de la víctima, Esther García, rectificó en nombre de su cliente argumentando que, en el momento de la renuncia, la joven no era consciente de las consecuencias psicológicas, laborales y sociales que iba a sufrir a raíz de lo acontecido. La propia jueza indicó a la víctima, cuando enunció su renuncia, que estaba en su perfecto derecho de solicitar una indemnización económica.

Rendueles y Marlasca han explicado que la rectificación de la abogada abre la puerta para la apertura de un acuerdo entre las partes; sin embargo, este no es fácil de alcanzar, pues cualquier pacto debe ser refrendado por las tres partes: por la Fiscalía, por la acusación particular y por la defensa de Alves. La abogada de la joven ha afirmado que en un momento existieron conversaciones para alcanzar un acuerdo, si bien no se llegó a un consenso debido a las "distintas posiciones de las partes respecto a la gravedad de los hechos y las penas a imponer".

El antiguo abogado de Alves, Cristobal Martell, realizó grandes avances en este sentido: a cambio de una millonaria indemnización y del reconocimiento del delito, Alves hubiera gozado de una reducción de pena lejana a los 9 años que ahora solicita la fiscalía. Sin embargo, las negociaciones parecen rotas tras el cambio de abogado de Alves, que en ningún momento ha reconocido el delito. Con todo, indican los periodistas, es posible alcanzar un acuerdo hasta el último momento, incluso minutos antes del inicio del juicio.

¿Qué sucedió el pasado 30 de diciembre?

Por el momento solo ha trascendido la versión de la acusación acerca de lo sucedido el pasado 30 de diciembre de 2022, pues la defensa de Dani Alves todavía no ha presentado un escrito con su versión. Tal y como detalla el documento de la Fiscalía, al que han accedido Marlasca y Rendueles, la denunciante, su prima y una amiga salieron a tomar algo la noche del pasado 30 de diciembre a la discoteca barcelonesa Dúplex, para después acudir a la Discoteca Shutton.

Sería en este local, y más concretamente en la zona reservada Moet, donde las jóvenes se habrían encontrado con Dani Alves, cliente habitual del negocio. Tal y como indica la fiscalía, las jóvenes habrían sido invitadas a una zona todavía más exclusiva - la Mesa 6 del reservado- por un amigo mexicano de Alves; el futbolista habría insistido para atraer a las chicas hasta el espacio, y después les habría invitado a champán mientras bailaban y conversaban.

Estos hechos están registrados por las cámaras de seguridad del local: las grabaciones reflejan un comportamiento lascivo por parte de Alves, que habría realizado varios contactos físicos con la denunciante llegando incluso a coger su mano para situarla en sus genitales en diversas ocasiones. A las 3:42 de la noche, Dani Alves entró en una zona privada contigua al reservado, en la que no había instaladas cámaras de seguridad; poco después, habría llamado a la denunciante para que entrase en el espacio, donde la acusación denuncia que sucedió la violación.

Según la fiscalía - no hay grabaciones de las cámaras-, en el aseo de esa zona privada Alves habría violado y golpeado, presuntamente, a la víctima. 18 minutos después, las cámaras de seguridad registraron la salida de Alves de esta zona privada: después, la joven salió del espacio y se reunió con su amiga para marcharse del local. Antes de salir, la joven comenzó a llorar y llamó la atención del personal de la discoteca, que activó el protocolo de atención a las víctimas de agresión sexual. A las 4:06, Dani Alves abandonó la discoteca sin despedirse de la víctima.

La grabación de las cámaras: una prueba determinante en el juicio

Los periodistas explican que las pruebas científicas solo confirman la relación sexual entre Alves y la víctima, si bien las autoridades consideran que el testimonio de la denunciante puede considerarse como una prueba "coherente y persistente": Marlasca y Rendueles han explicado que, en la mayoría de ocasiones, las mujeres adultas no presentan heridas vaginales tras sufrir una agresión sexual.

A la hora de juzgar la culpabilidad o inocencia de Alves, las grabaciones de las cámaras el reservado tendrán una importancia vital, junto a la interpretación que se realice de las imágenes que presentan: la anterior defensa de Martell presentó una lectura muy diferente a la de la acusación, afirmando que en las grabaciones se percibe un ambiente lúdico y festivo.

Alves permanece en la cárcel a la espera de un juicio que, por el prestigio deportivo del acusado, se espera muy mediático.