JULIA EN LA ONDA

La lucha de Alphonse Arcelin por devolverle la dignidad al "Negro de Banyoles"

Descubrimos la historia del guerrero africano al que disecaron, trajeron a España y mostraron como un animal en el Museo Darder (Bañolas, Gerona)

ondacero.es

Madrid | 29.10.2021 18:35

Hace 30 años, un doctor de origen haitiano, afincado en España, Alphonse Arcelin, denunció la presencia de unhombre africano disecado en un museo de en Gerona, lo que se conoció como, el "Negro de Banyoles". Tres décadas después nos preguntamos cómo acabó el cadáver y qué pasó después de esa denuncia.

Nos remontamos a 1830, en el siglo XIX. En esa época, dos hermanos franceses, Jules y Édouard Verreaux, naturalistas, viajaron a Sudáfrica para adquirir especies exóticas. Mientras estaban allí, presenciaron el entierro de un jefe tribal que acababa de fallecer. Esa ceremonia les llamó tanto la atención que de noche, profanaron la tumba, robaron el cadáver, se lo llevaron a Ciudad del Cabo, lo disecaron y trasladaron sus restos en barco a Francia, donde fue expuesto en una galería en la Rue Saint-Fiacre de París.

Fue en 1888, cuando la familia Verreaux, vendió el cuerpo a un empresario catalán, Francesc Darder, que lo expuso en el Museo de Historia Natural que acaba de inaugurar en Barcelona.

En 1916, Darder, ya muy mayor, lo cedió al ayuntamiento de Banyoles, junto con toda su colección de animales disecados y permaneció expuesto el cadáver.

En 1991, un médico de Cambrils, Alphonse Arcelin, se enteró de que en esa localidad, hay un hombre disecado expuesto en una vitrina y mandó una carta al ayuntamineto de Banyoles: "No podía comprender que en el siglo XX hubiese un ser humano de la raza que sea disecado como un animal", dijo el doctor en una entrevista.

Pasaron los años y en 1997, el médico ganó su primera victoria. El museo decidió retirar al negro de la exposición por la presión mediática y la protesta de algunos países africanos que reclamaban su repatriación. Después de eso, Alphonse pasó a ser el enemigo número uno de la población de Banyoles.

El entierro oficial del guerrero

Varios países reclamaron el entierro del guerrero en octubre del 2000 en la capital de Botswana, en Gaborone, acompañado de autoridades políticas y religiosas que lo homenajearon. Pero, el cadáver, llegó sin la forma que tenía en el museo. Solo llegaron unos cuantos huesos, la piel y el cráneo. La población lo vivió como un trauma.

Actualmente, la tumba está abandonada en un parque donde los niños juegan a fútbol y, a veces, utilizan el vallado que rodea la lápida como los postes de una portería. Mientras, la familia de Alphonse lo pasó mal porque los abogados le pasaron una factura millonaria, que casi le llevó a la ruina.