Basta echar una ojeada a lo que piden en materia tributaria, Sindicatos, Faes, Psoe y CEOE para darse cuenta de lo irreconciliable de sus argumentos. Unos favorecen sólo a las rentas altas, otros sólo a las bajas, los patronos protegen fiscalmente a los empresarios y los sindicatos, a los trabajadores.
Nada nuevo bajo el sol. Cada uno a lo suyo y con los suyos. Sin embargo se supone que los expertos consultados por el gobierno habrán conciliado todos los intereses, o eso debieran. Los titulares de lo que vamos sabiendo serían: unificar mercado y que no haya comunidades que pagan impuestos que en otras no existen; reducir impuesto de sociedades a cambio de eliminar deducciones; limitar régimen de módulos; convertir los siete tramos actuales del IRPF en 3 en lugar de 7 y aumentar los impuestos sobre hidrocarburos y los indirectos.