GENTE VIAJERA

Recorriendo los mercadillos navideños de Alemania

En 'Gente viajera' con Carles Lamelo seguimos recorriendo los mercadillos navideños de Europa y hoy queremos hablarles de Alemania, donde nació este fenómeno allá por la Edad Media, como nos cuenta Enrique Domínguez Uceta.

🎄 Mercadillos navideños en el norte de Europa

Enrique Domínguez Uceta

Berlín | 20.11.2022 14:27 (Publicado 20.11.2022 14:26)

Desde la capital, Berlín, hasta en los pequeños pueblos hay mercadillos de Navidad, pero sobre todo en las ciudades históricas, románticas y en los centros históricos, donde crecen los mercadillos como si fuera un fenómeno biológico, cuando llega el frío y se acerca la Navidad, aparecen los mercadillos alemanes de Navidad junto a las iglesias y catedrales, en las plazas y en los recintos históricos.

Aparecen los chalés de madera, forman pequeños pueblecillos, se plantan árboles en las plazas, se llenan de luces, se levantan escenarios a los que acuden agrupaciones que cantan villancicos y música popular, y se llenan de gente, de familias, que compran cosas para decorar las casas, que comen al aire libre y que se calientan bebiendo vino caliente y ponche. Es una tradición que se ha convertido en seña de identidad, y que hace que, en el mes de diciembre, Alemania sea el país más navideño de toda Europa.

En el país germano tienen verdadera pasión por los mercadillos callejeros que invitan a salir de casa cuando el frío y la oscuridad se apoderan del ambiente. Y ¿qué es lo que buscan en los mercadillos los alemanes? Buscan las compras de todos esos objetos que llevan el ambiente navideño a la casa, las velas, los arbolitos, los papanoeles, los belenes, los espumillones, y las coronas de adviento que hacen con ramas de abeto verde. Pero los mercadillos ofrecen de todo, desde comida y bebida a espectáculos musicales, canciones, y aportan calor humano a la ciudad.

Son días de mucho frío, pero también de mucha actividad en la calle, de compras, de entradas y salidas, de citas, con todo el mundo muy abrigado, y naturalmente son días de llevar a los niños a los mercadillos callejeros para que se dejen fascinar por el ambiente casi irreal que se produce en ellos.

En realidad, el modelo de todos los mercadillos de Europa ha sido el de los alemanes, aquí los mercadillos son historia reciente, antes sólo había en la calle puestos de castañas asadas, de golosinas, y vendían pavos para la cena de Navidad, pero en Alemania es verdaderamente tradicional, viene de tiempos medievales, con mucha presencia de los villancicos, porque en este país aman la música y celebran la Navidad cantando.

El mercadillo alemán se llama Weihnachtsmärkt, y debe estar abierto al menos los cuatro domingos de Adviento. Porque lo que es seguro es que terminan con la fiesta de Navidad. Allí no se suelen prolongar hasta la fiesta de Reyes como pasa en nuestras ciudades.

Conociendo el mercadillo de Nüremberg

El más famoso de Alemania es el de Nüremberg, con más de tres siglos de historia. Un mercadillo que instalan al pie de la silueta de su castillo imperial, junto a la iglesia de San Lorenzo y Nuestra Señora. Los puestos de venta se sitúan alrededor de un belén, un pesebre, con grandes figuras de madera, venden también un pan de especias navideño, que hacen con harina, miel, canela y clavo, y celebran una procesión de niños que fabrican sus linternas con velas y van desde la plaza hasta la fortaleza cantando.

Pero también es muy conocido el mercadillo navideño de Fráncfort, muy fácil de visitar por los que vayan a Fráncfort y por los que pasen por su aeropuerto y tengan un rato en las conexiones de vuelos, se pueden acercar al centro que no está lejos del aeropuerto...

En la plaza del Römmer celebran un mercadillo navideño desde el año 1393, es una plaza preciosa con casas de entramado de madera, donde se bebe el Appelwein, una especie de sidra, con Bethmännchen, un tipo de mazapán especial.

Hay conciertos en las iglesias todos los fines de semana que dura el mercadillo, y en Alemania las iglesias tienen buena calefacción, así que son de visita obligada. Luego, te puedes meter en cualquiera de los estupendos museos que hay en el centro y junto al río Meno, muy cerca de la plaza del Römmer. Otro sitio con importante mercado navideño es Leipzig, en lo que fue Alemania del Este, lo sitúan en el centro histórico de Leipzig, una maravilla, y es uno de los mercadillos navideños más grandes y bonitos de todo el país.

Mercadillo de Navidad cerca de Stuttgart
Mercadillo de Navidad cerca de Stuttgart | Getty Images

Berlín está de moda, también por sus mercadillos navideños

Es que Berlín es ahora quizá la ciudad más vibrante de Europa, la más vitalista, que está recuperando el espíritu lúdico y divertido de los locos años veinte del siglo pasado, de hecho, Berlín ha sido protagonista de las presentaciones de turismo de Alemania de esta semana avanzando los fantásticos eventos culturales que se van a producir a lo largo del próximo año.

Pero esa vitalidad callejera de Berlín hace que también tenga la mayor diversidad de mercadillos navideños de toda Europa con nada menos que 70 mercadillos repartidos por toda la ciudad. Abren mañana, alguno ya abrió el 4 de noviembre, como el Winter World de la Potsdamer Platz, o el país de hadas en el Tierpark, o el Christmas Garden Berlin en el Jardín Botánico iluminado, precioso.

Pero hay para todos los gustos, incluido un mercadillo LGBTQIA, hay novedades como un mercadillo todo incluido junto al río Spree, aunque yo tengo debilidad por el mercadillo WeihnachtsZauber en la plaza más bonita de la ciudad que para mí es Gendarmenmarkt, aunque este año se ha trasladado a la Bebelplatz por obras.

Si queremos completar una lista mínima de ciudades interesantes por sus estupendos mercadillos deberíamos mencionar también Rothenburg en la Ruta Romántica, Lübeck, Stuttgart, Múnich... Se trata de uno de los pueblos más bonitos de Alemania: Rothenburg ob der Tauber y que tiene una tienda de adornos navideños abierta todo el año.

El mercadillo navideño de Hamburgo

La ciudad de Hamburgo, que tiene un estupendo mercadillo en la plaza del Ayuntamiento, el más importante de todos, pero no el único, también está el mercadillo de Sant Paulien Reeperbahn, que es bastante grande y está al lado del barrio de Altona que es el barrio más animado y con más ambiente joven de Hamburgo, aunque es el menos santo de los mercadillos, porque ya sabes la fama de Sant Pauli de ser el barrio más subido de tono de la ciudad.

Y, al otro lado del lago Alster, hay otro mercadillo que se llama Jungfernstieg, más pequeño, pero también muy agradable, y allí, en Hamburgo, además del típico Glühwein, el vino caliente, se toma el Feuerzangebowle, que es vino con ron caliente, bebida de marineros como corresponde a un gran puerto como Hamburgo, donde también combaten el frío con Lumumbas, que consiste en cacao con amaretto o con ron.