PUEDE NO CORRESPONDER CON TU NÚMERO

El truco definitivo para saber si un zapato es de tu talla

La mayoría de las veces nos enamoramos de los zapatos por su color, su forma, la marca o la aparente comodidad. Pero, casi con total certeza, acabarán adornando nuestro armario si antes no hemos tenido en cuenta algunos detalles importantes como la talla correcta.

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ondacero.es

Madrid | 28.08.2022 09:13

El truco definitivo para saber si un zapato es realmente de tu talla
El truco definitivo para saber si un zapato es realmente de tu talla | Getty Images

A pesar de que sabemos nuestro número de calzado, en ocasiones nos cuesta decidir si verdaderamente nos sienta bien.

Hay zapatos más estrechos, afilados, de diferentes materiales, con o sin tacón... y todo esto influye a la hora de conseguir que el calzado nos siente como un guante.

No obstante, más que un número específico, lo verdaderamente importante y en aquello en lo que nos debemos fijar cuando nos probamos un nuevo calzado es la comodidad, ya que nuestros pies soportan todo el peso de nuestro cuerpo. Además, los huesos, articulaciones, nervios y ligamentos que los componen, hacen que debamos extremar aún más las precauciones.

Los problemas comienzan cuando nos probamos el calzado en la tienda y, al empezar a caminar, sentimos que nos presionan determinadas zonas del pie, haciendo que suframos con cada paso.

Debido a que el zapato debe proteger el pie y no torturarlo, debe reunir una serie de características fundamentales:

  • El material utilizado debe ser transpirable
  • Suela de material flexible y no deslizante, y tacones que no superen los tres/cuatro centímetros. Tampoco debe ser completamente plano.
  • Es fundamental fijarse en si el revestimiento interno es suave y sujeta bien el pie.
  • El número debe ser adecuado a nuestro pie.
Nunca debemos comprar un zapato como si fuese un vaquero, es decir, esperando a que se dilaten con el uso y se amolden a él. Ahora bien, ¿cómo podemos saber si un zapato es realmente de nuestra talla?

Cómo acertar con la talla del calzado

Lo primero en lo que debemos fijarnos es en que el pie entre en el zapato sin realizar un gran esfuerzo. Después, lo óptimo es caminar con el objetivo de ver si nos encontramos cómodos con él y que no nos hace rozadura en ningún sitio, ya que a la larga puede favorecer los indeseados juanetes o callos.

Además, los dedos del pie deben tener cierta libertad. Por lo tanto, y para evitar indeseables sorpresas, es recomendable probarse los zapatos a última hora del día, cuando nuestros pies están más hinchados.

Acto seguido, resulta fundamental comprobar si la talla se adapta a nuestro pie. ¿Y cómo? introduciendo el pie en el calzado y, con los cordones desatados, empujar el pie hacia delante. Posteriormente, tenemos que introducir el dedo índice en la parte posterior.

Si lo hacemos de forma sencilla, sin apenas tener que presionar, sabremos con total certeza que hemos dado con el número correcto.

Como excepción, si se trata del calzado de montaña, debemos sumarle entre medio centímetro y uno más a ese número para que, en las bajadas, los dedos presionen contra la puntera de la bota.

Las consecuencias de un calzado inadecuado

Aunque puede parecer exagerado, el simple hecho de no usar un calzado de tu talla puede acarrear diversos problemas de salud:

  • Calzado con punta demasiado estrecha: favorece la aparición de juanetes
  • Calzado demasiado plano: puede causar fascitis plantar
  • Calzado que no deja traspirar el pie: favorece la aparición de hongos
Entre otras consecuencias, se encuentra el dolor de espalda, dedos en garra, lesiones, acortamiento del tendón de Aquiles y uñas encarnadas.