El alcalde pedáneo de Boós y el párroco de la localidad han presentado esta mañana la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de El Burgo de Osma, han informado fuentes de la Diócesis de Osma-Soria.
El templo, situado a poco más de un kilómetro al suroeste del pueblo y en ruinas desde hace tres décadas, conserva parte de los muros y el arco triunfal sobre capiteles de hojas.
La ermita de San Lorenzo perteneció al despoblado de Boíllos y mantuvo el culto hasta hace treinta años. Hasta ella acudían los fieles, principalmente, el martes antes de la solemnidad de la Ascensión y al finalizar la recogida de la cosecha para celebrar la festividad de San Lorenzo.
En el Catastro de la Ensenada (s. XVIII) se recoge que, por aquel entonces, no quedaban en Boíllos más edificaciones que doce tainas o corrales de tapia y barda para parideras.
Durante las últimas seis semanas, el patrimonio religioso en la Diócesis de Osma-Soria ha sufrido otros dos ataques más: uno en la ermita de La Mercadera, en Rioseco de Soria, y otro en la de la Virgen de Ulagares, en Castilruiz.