SALUD

Qué es la hipersomnia: factores de riesgo de tener mucho sueño durante el día

La característica esencial de la hipersomnia es una somnolencia excesiva durante, al menos, un mes. Se evidencia tanto por episodios prolongados de sueño como por episodios de sueño diurno que se producen diariamente.

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Miriam Méndez

Madrid | 27.12.2022 09:19

Hipersomnia: factores de riesgo, diagnóstico, cómo prevenirlo y tratamiento
Hipersomnia: factores de riesgo, diagnóstico, cómo prevenirlo y tratamiento | Pexels

Te cuesta horrores salir de la cama cuando suena el despertador, en determinados momentos tienes la sensación de que no puedes más y te vence el sueño, incluso te pasas el día bostezando... si esto te ocurre después de haber dormido más de siete horas durante la noche, cabe la posibilidad de que sufras lo que los médicos llaman hipersomnia o somnolencia diurna extrema.

Sofía Romero Peralta, neumóloga especialista en sueño del Instituto del Sueño, sostiene que, dentro de las patologías que pueden provocar la hipersomnia, se encuentran las enfermedades con componente genético o hereditario. Por ejemplo, la narcolepsia, una enfermedad neurológica de origen desconocido.

La excesiva somnolencia diurna es la característica fundamental de esta enfermedad y el síntoma más invalidante. De acuerdo con la especialista, el paciente con narcolepsia puede presentar dos tipos de somnolencia:

  • Continua durante todo el día: se manifiesta como un estado siempre propenso a quedarse dormido.
  • Ataques súbitos de sueño: el paciente se queda dormido sin darse cuenta, con pérdida súbita del tono muscular con la conciencia preservada.

Trastornos físicos y psicológicos relacionados con la hipersomnia

Entre los trastornos que pueden provocar somnolencia o hipersomnia, la neumóloga identifica los siguientes:

  • Depresión (hasta el 70% de las personas con depresión sufre algún trastorno del sueño)
  • Ansiedad
  • Traumatismo craneal
  • Epilepsia
  • Insuficiencia cardiaca congestiva
  • Endocrinopatías: hipotiroidismo, diabetes mellitus, etc.
  • Insuficiencia renal crónica
  • Enfermedades infecciosas: encefalopatías metabólicas o infecciosas. Por ejemplo, infección por virus de inmunodeficiencia humana o enfermedad de Lyme
  • Fibromialgia y síndrome de fatiga crónica
  • Esquizofrenia
  • Trastornos depresivos
  • Intoxicación por drogas o síndrome de abstinencia

¿Existen factores de riesgo en pacientes con hipersomnia?

Sofía Romero Peralta cuneta que, en nuestra sociedad, "La causa más habitual de hipersomnia les la privación crónica de sueño o síndrome de sueño insuficiente, por lo que siempre hay que preguntar por los horarios de sueño habituales".

De igual manera, añade que otros factores que ponen a los pacientes en riesgo de sufrir hipersomnia , y por los que nunca hay que dejar de interesarse, son:

  • El trabajo por turnos.
  • La toma de fármacos sedantes.
  • Diferentes entidades médicas que producen dolor crónico y la mala calidad del sueño.
  • Trastornos primarios del sueño: narcolepsia, síndrome de piernas inquietas, hipersomnia idiopática o alteraciones del ritmo circadiano.
La experta en patología del sueño, sostiene que "los pacientes que padecen síndrome de piernas inquietas presentan una necesidad imperiosa de mover las piernas, generalmente acompañada o causada por una sensación de dolor o malestar en las piernas". Además, afirma que los síntomas aparecen y se gravan en situaciones de inactividad, como estando sentado o tumbado.

"Es típico que los pacientes presenten los síntomas al estirarse en la cama por la noche cuando intentan conciliar el sueño, en trayectos largos en coche, avión o tren y al atender a una función de teatro y pase de cine", añade la neumóloga.

Pruebas para el diagnóstico de la hipersomnia

"Como en cualquier trastorno médico, la historia clínica y la exploración física, serán los elementos iniciales básicos para abordar el diagnóstico diferencial del paciente con somnolencia diurna excesiva", sostiene Sofía Romero.

"La historia clínica deberá incluir los antecedentes médicos, sociales y familiares, la historia de sueño y caracterizar correctamente la queja subjetiva del paciente", añade la experta.

En este contexto, la neumóloga y especialista en patología del sueño, indica dos pruebas principales para diagnosticar la hipersomnia:

  • Polisomnografía: consiste en dormir una noche en la clínica de sueño para poder descartar trastornos de sueño como la apnea obstructiva del sueño, el insomnio, y el síndrome de piernas inquietas.
  • El test de latencias múltiples de sueño: se trata de la exploración de referencia para la evaluación objetiva de la somnolencia. Su objetivo es cuantificar la tendencia espontánea al sueño durante el día en ausencia de factores de alerta. De acuerdo con la experta, este estudio es fundamental para confirmar el diagnóstico de determinadas hipersomnias de origen central, como la narcolepsia.

Prevención y tratamiento para la hipersomnia

Sofía Romero Peralta señala varias medidas de higiene del sueño que pueden llevarse a cabo con el objetivo de intentar solucionar o mejorar los problemas de hipersomnolencia diurna:

  • Mantener un esquema de sueño estable, con horarios regulares para acostarse y levantarse ( levantarse todas las mañanas a la misma hora , incluso durante los fines de semana o la época de vacaciones).
  • Siestas cortas de no más de 20 y 30 minutos .
  • Realizar ejercicio físico suave regularmente durante unos minutos al día pero nunca antes de acostarse (pasear, nadar bailar, bicicleta estática…) tiene un efecto estabilizador del ciclo sueño-vigilia.
  • Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o estimulantes ( café , té, refrescos) al menos seis horas antes de dormir.
  • Evitar las cenas pesadas o picantes al menos cuatro horas de irse a la cama.
  • No beber en abundancia por la noche para evitar la necesidad de micciones nocturnas.
  • Realizar actividades relajantes antes de irse a la cama (baño relajante, música, lectura).
  • Mantener la habitación en las mejores condiciones posibles (cama confortable, pijama adecuado, temperatura idónea) a oscuras y sin ruidos.
  • Evitar leer o ver televisión estando en la cama.
  • Reservar el dormitorio para dormir, no para trabajar o para llevar a cabo actividades lúdicas.
  • Evitar permanecer despierto en la cama. Si no puede dormir pasados 20-30 minutos, se debe salir del dormitorio e intentar relajarse realizando alguna actividad que le aburra o le tranquilice , procurando no volver a la cama hasta que vuelva a tener sueño.