HIPERSOMNIA

Por qué tengo sueño todo el día: causas, posibles signos de alerta y cómo identificarlo

La excesiva somnolencia diurna tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida del sujeto que la padece e implicaciones sociales importantes. Además, es la manifestación principal de muchos trastornos del sueño.

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Miriam Méndez

Madrid | 23.12.2022 10:36

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dormir | Pexels by Ketut Subiyanto

Aunque la noche es para dormir y el día es para estar despierto, tener sueño durante la fase diurna es algo que sucede en ocasiones y, según el caso, puede tener una mayor o menor importancia.

Por este motivo, conviene conocer las causas de la hipersomnia y saber cómo actuar ante ella, con el objetivo de evitar problemas de salud asociados.

Sofía Romero Peralta, neumóloga especialista en sueño del Instituto del Sueño, define la hipersomnia como "una incapacidad para mantenerse despierto durante las horas reservadas a la vigilia". Es decir, una tendencia al sueño en situaciones anormales.

De acuerdo con la especialista, este trastorno tiene dos síntomas asociados:

  • Dificultad para despertarse de un sueño largo: puede sentirse confundido o desorientado ("embriaguez del sueño").
  • Aumento de la necesidad de sueño durante el día: incluso estando en el trabajo o durante una comida o conversación.
De igual manera, la especialista del sueño distingue entre tres tipos de hipersomnia:
  • Hipersomnia Leve: somnolencia que ocurre solo en situaciones pasivas y de manera intermitente (viendo la televisión, leyendo, viajando como pasajero). Generan escasa repercusión sobre las actividades de la vida diaria.
  • Hipersomnia Moderada: somnolencia que sucede regularmente en situaciones que requieren cierto grado de atención (conciertos, teatros, reuniones). Producen cierto impacto en las actividades de la vida diaria.
  • Hipersomnia Grave: somnolencia que sucede diariamente en situaciones francamente activas (por ejemplo, hablando, comiendo, paseando). Alteran de forma considerable las actividades habituales.

Ahora bien, ¿en qué se diferencia de la somnolencia? ¿Cuáles son sus causas y consecuencias? ¿Se puede identificar de alguna manera?

¿Hipersomnia o somnolencia? Diferencias principales

Sofía Romero Peralta señala que, a pesar de que la somnolencia es un síntoma frecuente en la población general, no se trata necesariamente de un fenómeno patológico. De hecho, la experta incide en que es un estado normal a medida que nos acercamos al periodo de sueño o, incluso, tras un intervalo de vigilia prolongado.

"La somnolencia puede ir acompañada de otros síntomas como cansancio, sueño y pesadez, además de la torpeza en los movimientos y sentidos, cuenta la neumóloga. "Los pacientes que la padecen pueden quejarse de alteraciones en la memoria y en concentración, en el estado de ánimo, repercutiendo considerablemente en el día a día de la persona", añade.

Por el contrario, cuando la somnolencia se produce de manera patológica en el momento temporal o en la situación inapropiada, se puede hablar de excesiva somnolencia diurna o hipersomnia.

La somnolencia puede ir acompañada de otros síntomas como cansancio, sueño y pesadez

La especialista, sostiene que la excesiva somnolencia diurna tiene un impacto negativo sobre la calidad de vida del sujeto que la padece e implicaciones sociales importantes. Entre ellas, se incluyen el incremento del riesgo de accidentabilidad laboral y doméstica, el riesgo de accidentes de tráfico y una menor productividad laboral.

"Del mismo modo puede comportar problemas de relación con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo que atribuyan los síntomas del paciente a pereza o falta de estímulo en el trabajo", indica la experta.

¿Qué factores pueden causar la aparición y el desarrollo de la hipersomnia?

"Tras confirmar que nuestro paciente duerme las horas suficientes de sueño, es decir, entre siete y ocho horas diarias, y no realiza ningún tratamiento habitual que provoque somnolencia, lo primero que debemos revisar en una persona que se quede dormida en situaciones inapropiadas es su sueño", afirma la doctora.

Esto se debe a que la hipersomnia es la manifestación principal de muchos trastornos de sueño, como la apnea obstructiva del sueño o la narcolepsia, y puede estar presente en otros trastornos como el síndrome de piernas inquietas.

Además, la excesiva somnolencia diurna está relacionada con algunos trastornos del ánimo, entre los que destacan la depresión y la ansiedad. De acuerdo con la experta, hasta el 70 % de las personas con depresión tienen algún tipo de trastorno del sueño.

Esto se debe a que, las personas con depresión, pueden cursar con problemas para conciliar el sueño y con somnolencia diurna excesiva, haciendo que estos pacientes se sientan somnolientos durante todo el día, incluso si han dormido lo suficiente.

Hipersomnia: edades más frecuentes y perfil más propenso

Sofía Romero Peralta cuenta que, con la edad, disminuye la habilidad para quedarnos dormidos y lograr un sueño continuo. De hecho, según cumplimos años, nuestro ritmo circadiano se adelanta y sentimos el sueño antes. Esto hace que tendamos también a madrugar más.

El sueño se redistribuye a lo largo de las 24 horas del día , de forma que, con la edad, gastamos menos tiempo en el sueño nocturno y realizamos pequeñas siestas a lo largo del día. Este cambio, es el que provoca la sensación de que, según envejecemos, dormimos peor.

"En general, se acepta que el proceso de envejecimiento se inicia alrededor de los 30 años, siendo a partir de los 60 (edad variable entre los individuos y estilos de vida) cuando comienza el deterioro progresivo de las capacidades", añade la especialista en sueño.

Por otro lado, la odontóloga del sueño sostiene que la aparición de la hipersomnia es más frecuente en pacientes con edades avanzadas que en jóvenes.

Esto se debe a que, por motivos tan dispares como la jubilación, la muerte de algún familiar, el consumo de medicamentos o algunas enfermedades médicas (artritis, procesos dolorosos, enfermedades crónicas cardíacas o pulmonares, hipertrofia benigna de próstata), el sueño de estos es más "frágil" y de mala calidad, muy fragmentado y con abundantes despertares, que pueden llevar a una exceso de sueño durante el día.

Escala de somnolencia de Epworth (ESE)

La especialista recomienda una herramienta muy útil para medir la somnolencia diurna excesiva de manera objetiva. Se trata de la escala de somnolencia de Epworth. Consiste en realizar un cuestionario basado en las actividades diarias y la posibilidad que el paciente tiene de quedarse dormido en las siguientes situaciones:

  • Sentado, leyendo.
  • Viendo la televisión.
  • Sentado, inactivo en un lugar público.
  • Como pasajero en un coche durante una hora seguida.
  • Descansando, echado por la tarde cuando las circunstancias lo permiten.
  • Sentado, charlando con alguien.
  • Sentado tranquilamente después de una comida sin alcohol.
  • En un coche, al pararse unos minutos en el tráfico.
De esta manera, el paciente calificará cada uno de estos ítems con una puntuación del cero al tres en función de la probabilidad de quedarse dormido:
  • Cero puntos: nunca se adormilaría.
  • Un punto: pocas posibilidades de que se adormile.
  • Dos puntos: es posible que se adormile.
  • Tres puntos: Muchas posibilidades de adormilarse.
La neumóloga afirma que esta puntuación oscila entre el cero y el 24, considerando que el paciente tiene hipersomnia cuando el Epworth es mayor de 10.