EN PORTUGAL

Una mujer se queda embarazada de su marido fallecido hace cuatro años

Ângela Ferreira impulsó una lucha en Portugal para lograr que la inseminación post-mortem fuese legalizada, después de que su marido mueriese de cáncer en 2019.

E.G.A.

Madrid | 21.02.2023 18:33

Una mujer embarazada
Una mujer embarazada | Pexels

Una mujer ha logrado quedarse embarazada de su marido, fallecido en 2019. Se trata de Ângela Ferreira quien, tras morir su marido, encabezó una batalla para que la inseminación post-mortem fuese legalizada en Portugal.

Tras varios intentos, este domingo Ferreira anunció que está embarazada con el siguiente mensaje en sus redes sociales:

"Hoy finalmente comparto con todos vosotros la tan deseada noticia. Fueron años de lucha para llegar aquí, el proceso fue largo y doloroso... ¡Pero finalmente lo conseguimos! Con una alegría enorme y el corazón lleno comparto que ahora baten dos corazones dentro de mí".

El marido de Ângela dejó por escrito su deseo de que ella tuviese un hijo con el semen que criopreservó en vida. Sin embargo, este tipo de inseminación no era legal en Portugal.

La historia, que salió a la luz en 2020 en una serie documental de la cadena lusa TVI, consiguió movilizar a más de 100.000 personas que firmaron una petición para que la propuesta se elevase al Parlamento luso.

Si el embarazo llega a culminar con el nacimiento del bebé, esté será considerado hijo del fallecido a efectos legales.

¿La inseminación post-mortem es legal en España?

Tras varios proyectos de diferentes partidos, y con un veto presidencial de por medio, la inseminación post-mortem entró finalmente en vigor en Portugal en noviembre de 2021. Esta norma permite que una mujer sea inseminada con el semen de su pareja fallecida "en los casos de proyectos parentales expresamente consentidos" y en un periodo de entre seis meses y tres años tras la muerte.

La reproducción asistida post-mortem está prohibida en muchos países europeos, Portugal es una de las excepciones .Suiza, Alemania, Italia o Francia no permiten esta práctica, mientras que en Inglaterra, Países Bajos, Grecia o España sí es legal. En el caso de nuestro país, es así siempre y cuando conste el consentimiento explícito del padre antes de morir.