El informe de la OMS analiza la evolución de los principales indicadores de la salud en el mundo y los resultados son esperanzadores. Las cifras reflejan que se ha avanzado notablemente en el control de las epidemias de sida, malaria y tuberculosis.
En los países menos desarrollados ha aumentado el acceso al agua potable y se ha mejorado en aspectos como la malnutrición infantil, la atención maternosanitaria y la mortalidad infantil, aumentando paralelamente el acceso a los servicios básicos sanitarios.
Sin embargo, la OMS recuerda que lo logrado no es suficiente, ya que en los países de bajo y medio desarrollo, un tercio de las mujeres embarazadas no recibe retrovirales con los que prevenir la transmisión del sida a sus bebés.
Sólo uno de cada tres niños africanos con síntomas de neumonía reciben antibióticos; una de cada cuatro mujeres no tiene acceso a anticonceptivos, y sólo una de cada dos recibe ayuda durante el parto.
Aunque los avances en supervivencia infantil son definidos por la OMS como uno de los grandes éxitos, se recuerda que muchos niños siguen muriendo de enfermedades evitables.
Las principales causas de la muerte infantil antes de los cinco años son: complicaciones en el parto, neumonía, muerte súbita o diarrea. En su informe, la OMS señala que uno de cada tres hombres adultos en el mundo es fumador.