EN POR FIN

Un catedrático en arqueología da la clave sobre las nuevas maravillas del mundo: "La idea es valorar a las personas"

Juan Blázquez explica en Por Fin una nueva iniciativa que busca poner en valor al patrimonio de América Latina más allá de lo estrictamente material

Aurora Molina

Madrid |

No tienen un origen exacto ni en el espacio ni en el tiempo, pero todo el mundo ha escuchado hablar de ellas, incluso las ha visto. Son las maravillas del mundo y es posible que en un futuro sean muy diferentes a las que hoy conocemos. Pero ojo, no se trata de un reemplazo, sino de una complementación.

Así lo explica el catedrático en Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Juan Blázquez, durante una entrevista en Por fin, en la que da las claves de las que podrían ser las nuevas maravillas del mundo en el futuro.

"La intención es eliminar la idea de monumento aislado y dar paso a valorar el territorio y las personas", explica. "De esta forma, la multiplicación de sentimientos en nuestras cabezas es múltiple", detalla.

Según apunta, este concepto de nuevas maravillas del mundo se basaría en una "vía alternativa donde el patrimonio no tenga que ser monumental por fuerza", sino incluir una valoración "de los paisajes naturales y del conocimiento de las poblaciones del entorno, que son los que dan vida al propio sitio", explica.

Poner en valor a América Latina

Esta iniciativa se desprende de un movimiento propuesto por la Universidad de Santiago a través de un instituto de estudios avanzados en el que se ha ido coordinando una serie de trabajos junto con empresarios y otras universidades.

Entre esas universidades se encuentra la Universidad Autónoma de Madrid y pone el foco "en un atlas de las maravillas de América Latina", buscando "un desarrollo turístico basado en una visión ecocultural enfocada a favorecer el desarrollo sostenible de las poblaciones del entorno".

En resumen, se trata de poner en valor las vivencias de una cultura, su día a día y su entorno, sin poner el foco en lo meramente material, como puede ser el caso del Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo moderno.

Así pues, el tequila podría ser en el futuro una de las maravillas del mundo, dado que no solo importa la bebida en sí, sino lo que significa para todo un país y una cultura. Además, se pondría en valor el proceso de su elaboración, cómo ha ido cambiando a lo largo de los años y su impacto en el resto del mundo, entre otros aspectos.

"El objetivo es buscar un desarrollo turístico que no esté basado en la visión tradicional de masificación, sino en una visión ecocultural enfocada a favorecer el desarrollo sostenible de las poblaciones del entorno", concluye Blázquez.