NUTRICIÓN

¿El agua con gas engorda? Así afecta a la salud según una experta en nutrición

¿Es perjudicial para la salud? ¿Engorda? ¿Facilita la digestión? A pesar de que son muchas las creencias que vagan alrededor del agua con gas, no todas son ciertas.

📌 ¿Es bueno beber agua con gas? Qué personas deberían evitarla

Miriam Méndez

Madrid | 09.12.2022 10:13

Mitos y verdades en torno al agua con gas que debes conocer
Mitos y verdades en torno al agua con gas que debes conocer | Getty Images

Es habitual escuchar que beber refrescos y otro tipo de bebidas azucaradas y con burbujas a diario es perjudicial para salud. Por este motivo, su consumo debe evitarse o ser ocasional.

El agua es, sin duda, la mejor opción para hidratarnos. Ahora bien, ¿y si el agua tiene gas? Lo cierto es que en algunos países de centro Europa su consumo en el día a día es habitual. Y en España se está extendiendo cada vez más, especialmente a lo largo de los últimos años.

Según informa el Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), una de las razones de este aumento es que los consumidores, muy preocupados por su estado de salud, recurren a ella como alternativa más saludable a los refrescos y zumos.

En este contexto, cabe afirmar que el agua con gas es una de las opciones más saludables además del agua natural. Esto se debe a que hidrata al organismo y la cantidad de dióxido de carbono que contiene es expulsado más tarde por el propio cuerpo humano.

Los básicos del agua con gas

A pesar de que contiene los mismos nutrientes que el agua natural (calcio, potasio y magnesio), hay que tener en cuenta que existen diversos tipos de agua con gas: no es lo mismo el agua mineral gasificada naturalmente (hay aguas que contienen ácido carbónico desde el manantial), que el agua a la que posteriormente se le ha añadido ácido carbónico.

Según el CMED, el término carbonatación se refiere a la cantidad de carbónico disuelto en el agua con gas. De esta manera, los consumidores pueden diferenciar entre aguas efervescentes o aguas de aguja, además de aguas con carbonatación ligera, clásica y gruesa.

Así, la peculiaridad del agua carbonatada reside en que contiene ácido carbónico que, al descomponerse, libera dióxido de carbono, el cual sale a la superficie en forma de burbujas cuando el líquido se despresuriza.

No obstante, siempre que no lleve azúcar ni aditivos, el agua con gas es una alternativa natural y saludable a los refrescos. Sin embargo, a su alrededor existen varios mitos y creencias.

Con el objetivo de poner algo de luz en la materia, Onda Cero se pone en contacto con Fátima Fernández de la Cerda, graduada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en Seguridad Alimentaria y actual nutricionista en Serunion, para que confirme o desmienta alguna de estas afirmaciones que solemos escuchar.

Facilita la digestión

Verdad. El agua con gas es una gran aliada en las digestiones, especialmente si son pesadas. Fátima Fernández sostiene que la producción de jugos gástricos y el vaciado son favorecidos gracias a que el C02 estimula la función digestiva. En consecuencia, la sensación de digestión mejora.

De acuerdo con la experta, el agua mineral natural, ya sea con gas o sin gas, tiene una composición constante, formada por minerales, como por ejemplo sulfato, calcio o magnesio, que también estimulan la digestión.

Engorda

Mito. La nutricionista señala que el agua con gas no presenta aporte calórico alguno (0 calorías) por lo que es imposible que engorde. No obstante, es importante leer con detenimiento la etiqueta del producto y comprobar que se trata de agua con gas carbónico, sin ingredientes ni azúcares añadidos, como sucede, por ejemplo, con la gaseosa.

De hecho, Fátima señala que, debido a su efecto saciante, este tipo de bebida puede contribuir a la pérdida de apetito y ayudarte a comer algo menos.

Provoca gases e hinchazón abdominal

Verdad. A pesar de que el agua con gas puede incrementar la presencia de gases en nuestro tubo digestivo, la experta señala que, si se consume de manera adecuada, el impacto no debería ser excesivo en nuestra salud.

Por este motivo, Fátima recomienda que, aquellas personas que sufran problemas de gases o dispepsia de manera habitual, la tomen con prudencia para evitar este tipo de molestias.

Esto mismo es aplicable para aquellos que sufran otras enfermedades del intestino como colon irritable, hernia de hiato o reflujo gastroesofágico.

Está prohibida para embarazadas

Mito. El agua con gas no presenta ninguna contradicción para embarazadas y, por lo tanto, pueden consumirla sin ningún problema durante este periodo.

No obstante, Fátima señala que, durante el embarazo, la sensación de hinchazón se puede incrementar o acentuar. Esto se debe a que el aumento de la barriga presiona el estómago, haciéndolo más sensible.

Es perjudicial beberla a diario

Mito. El agua con gas se puede beber a diario ya que es una "estupenda fuente de hidratación", cuenta Fátima. Esto se debe a que contiene la misma composición mineral que el agua sin gas.

No obstante, la experta señala que lo ideal es beber solo dos o tres vasos medianos de agua carbonatada y alternar con agua natural. El objetivo no es otro que alcanzar el consumo de dos litros u ocho vasos al día que aconsejan los expertos.

Perjudica el esmalte dental

Mito. El agua mineral natural carbonatada no contiene una cantidad de ácido muy elevada y su acidez es inferior a la que encontramos en otras bebidas como refrescos o zumos de limón.

De manera que, de acuerdo con la experta, el agua con gas tendría que depositarse durante mucho tiempo para llegar a dañar el esmalte, algo que es "prácticamente imposible".

No obstante, en el caso de las aguas carbonatadas con sabor a limón o a otro cítrico, Fátima advierte de que es probable que tengan un mayor potencial erosivo ya que su nivel de acidez es más elevado. Esto sucede de igual manera en caso de que se añadan rodajas de algún cítrico.

Es dañina para determinados enfermos

Mito (con matices). Un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirmó que el agua con gas ejerce un papel protector contra la presión arterial y que no presenta contraindicaciones graves para los enfermos.

Por su parte, Fátima propone escoger un agua mineral natural cuya composición mineral favorezca las necesidades específicas de cada paciente. Además, no recomienda el consumo de este tipo de bebida a aquellos pacientes que sufran insuficiencia respiratoria severa (EPOC).

Es perjudicial para los huesos

Mito. La experta sentencia de manera rotunda que "no existen indicios ni evidencias" que demuestren que el agua con gas sea mala para los huesos y el calcio óseo.

Así, Fátima Fernández de la Cerda sostiene que esta bebida no disminuye el calcio de los huesos ni interfiere en la absorción del calcio de los alimentos, algo que sí que puede suceder cuando se consumen refrescos en exceso, como la Coca-Cola.