La jueza Michaela Murphy ha determinado que los votantes de Maine podrán votar por el magnate el próximo 5 de marzo, fecha en la que están fijadas las primarias. En caso de que el Supremo ponga fin a la batalla legal antes de la fecha, Bellows está obligada a emitir un nuevo fallo de acuerdo con la ley estatal, ha argumentado.
Murphy fue nombrada en el cargo por un gobernador demócrata en 2007 y posteriormente reelegida por el republicano Paul LePage, partidario de Trump. En Maine este tipo de decisiones pasan primero por la secretaria de Estado, aunque luego pueden ser apeladas en los tribunales estatales, según ha recogido la cadena CNN.
"La democracia es sagrada"
Esto se produce después de que el expresidente Trump apelara la decisión a principios de enero, argumentando que Bellows es una "legisladora sesgada", que "no proporcionó el debido proceso legal" y que "cometió "múltiples errores de derecho".
Bellows aseguró que "no llegó a esta conclusión a la ligera", si bien tomó la decisión debido a que "utilizó una narrativa falsa de fraude electoral para inflamar a sus partidarios y dirigirlos al Capitolio" el 6 de enero.
"La democracia es sagrada (...) Soy consciente de que ningún secretario de Estado ha privado jamás a un candidato presidencial del acceso a las urnas basándose en la sección tres de la Decimocuarta Enmienda", resaltó en su decisión el pasado mes de diciembre.
Maine se había convertido en el segundo estado que había excluido a Trump de las primarias estatales bajo el amparo de la Decimocuarta Enmienda, que prohíbe a cualquier persona que haya jurado la Constitución y participado en un insurrección volver a ocupar un cargo público.
Con todo, se espera que sea el Tribunal Supremo de Estados Unidos el que tenga que resolver esta cuestión, ya que otros estados, como Michigan o Minnesota, han rechazado este posicionamiento. Antes de Maine, fue el Tribunal Supremo de Colorado el que dictó un sorprendente fallo que eliminaba al republicano de los comicios.
