"Los efectivos no son suficientes para abrir el monumento en las condiciones de recepción y seguridad suficientes para el público y por lo tanto la torre permanecerá cerrada durante toda la jornada", informó en un comunicado la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE).
Las compañías que operan en el aeropuerto de París-Orly han tenido que cancelar un 20% de sus vuelos allí y un tercio en el de Marsella.
La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), que había avanzado a las aerolíneas la reducción de sus programas del día a la vista de la huelga de controladores, no esperaba anulaciones en otros aeropuertos, pero sí numerosos retrasos, así como posibles implicaciones para los aviones que sobrevuelan el espacio aéreo francés.
En los ferrocarriles, la compañía SNCF había prevenido de que la huelga iba a afectar en particular a los cercanías de París (sólo deben circular entre un tercio y la mitad de los habituales, según las líneas) y los trenes regionales (se mantienen la mitad de los habituales).
En las líneas de largo recorrido, la normalidad era la regla en los trenes internacionales, pero no así en los trenes de alta velocidad (TGV), con supresiones en algunas líneas, sobre todo en los ejes con el Atlántico y con el Sureste (una cuarta parte) y en el eje con el Norte (la mitad).
En la capital francesa, se habían reducido las frecuencias del metro en un 25%, pero se esperaba que tranvías y autobuses funcionaran normalmente.