Se espera que España, Italia y Portugal, los países con más presencia y contactos en Venezuela, presenten "propuestas e ideas" a sus socios sobre cómo se puede lograr esto durante el almuerzo, que permite un intercambio más distendido, aunque fuentes diplomáticas han avanzado que "no se trata de una gran iniciativa de mediación" por parte de la Unión, algo descartado por ahora, aunque podría plantearse más adelante.
"No es mediación. Es una facilitación", han corroborado otras fuentes diplomáticas. Se trata más bien de discutir cómo la Unión puede contribuir, junto con otros actores de la comunidad internacional y de la región, al relanzamiento del diálogo entre las partes.
"Venezuela no es un país fácil de ayudar. Los que tienen algo de autoridad no están interesados especialmente en discutirlo y los que quieren discutirlo no tienen autoridad", mientras que "la oposición tiene una gran capacidad de dividirse", ha explicado un alto diplomático de la UE, para exponer la dificultad de la situación.
"Está en el interés de todos que se empiece la negociación, un diálogo por lo menos", han incidido fuentes diplomáticas, que han recordado que el país se encuentra "al borde del colapso" económico y vive una profunda crisis humanitaria y dejan claro que sólo cabe "una solución política".
Muchos países del bloque piden no obstante "no rebajar el nivel de presión" al régimen venezolano por el retroceso democrático y en materia de Derechos Humanos --el bloque ha sancionado a 18 altos cargos venezolanos y ha impuesto un embargo de armas y de equipos que puedan ser utilizados para la represión interna--. Algunos países como Reino Unido incluso son partidarios de imponer "más sanciones" a Venezuela, una opción que de momento no está sobre la mesa, según varias fuentes diplomáticas.
La Unión ha pedido en reiteradas ocasiones a Caracas que negocie une solución política con la oposición, conforme a la Constitución venezolana, que "respete los Derechos Humanos" y libere a los presos políticos.
La situación se ha agravado aún más en la última semana con la muerte del concejal opositor Fernando Albán, que cayó del décimo piso de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) mientras estaba detenido. La Unión, a través del servicio diplomático europeo, ya ha exigido una investigación independiente. España y Francia han convocado además a los embajadores venezolanos para exigir aclaraciones.
Los Veintiocho también discutirán el apoyo europeo para atajar la crisis humanitaria en Venezuela y ayudar a los países vecinos a los que han huido más de dos millones de venezolanos, aunque también en este ámbito hay dificultades porque, según un alto cargo de la UE, el Gobierno de Maduro no reconoce una crisis humanitaria en el país y no acepta ayuda europea que no pase por su Ejecutivo.
"No vamos a hacerlo para que el Gobierno controle la distribución, para fortalecer los instrumentos políticos del Gobierno, eso no lo vamos a hacer", ha dicho un diplomático europeo.