La ONG explicó que el objetivo de este asalto del EI, iniciado ayer, es alejar a esos grupos armados sirios, que operan en el marco de la ofensiva Escudo del Éufrates, de la ciudad de Al Bab, el feudo principal de los yihadistas en el noreste de Alepo.
Desde el martes, los radicales han retomado pueblos, granjas y colinas, que los insurgentes sirios, respaldados por aviones y carros de combates turcos, les habían arrebatado como Salu, Al Guz, Zalzana, Al Masudía, Baraan y Al Baruza.
Los extremistas han logrado penetrar en la estratégica urbe de Ajtarín, próxima a Dabiq, que para el EI constituye uno de los símbolos religiosos que emplea para arengar a sus seguidores.
Además, han retomado partes de Ajtarín, después de que consiguieran entrar en la población infiltrados en varios camiones.
El pasado día 16, los rebeldes sirios conquistaron Dabiq, ubicada a unos 15 kilómetros de la frontera turca, y que llevaba en manos del EI desde agosto de 2014.
La organización terrorista cree en una profecía atribuida al profeta Mahoma, según la cual, la "gran batalla" entre los musulmanes y los "infieles" se desarrollará en Dabiq y el día del Juicio Final llegará con la victoria de los primeros.
Desde el pasado 21 de agosto, las facciones sirias y las fuerzas turcas desarrollan la ofensiva Escudo del Éufrates para expulsar al EI de Alepo y frenar el avance de las milicias kurdas.