Tras un año sin toros, la plaza de Palma volvió a acoger anoche una corrida a la que asistieron 9.000 personas, después de que la ley balear prohibiera hacer daño a los animales y después de que el Tribunal Constitucional echara por tierra parte de esta ley y permitiera la celebración del festejo en su versión tradicional.
La formación morada entiende que existen indicios de vulneración de la Ley autonómica balear 2/2018 de Memoria y Reconocimiento Democráticos de las Islas Baleares, concretamente de los artículos 23.1, 23.2 y 23.3 sobre actos contrarios a la Memoria Democrática.
Por ello, el partido insta a la Secretaría Autonómica de Memoria Democrática y de Buen Gobierno, así como la dirección general competente del Govern balear, a tomar las medidas legales oportunas al respecto.
El partido liderado por Pablo Iglesias afirma que "no se puede permitir que en nuestras islas, en pleno siglo XXI", que se vuelva a repetir un "espectáculo" que, además de "atacar" los derechos de los animales, "atenta" contra la dignidad de las víctimas del fascismo y contra los derechos humanos.
En concreto, el artículo 23 de la ley autonómica dice que es contrario a la memoria histórica la exhibición pública de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones realizados en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo de la revuelta militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron el régimen.
Tal acto, se considera "contrario" a la Memoria Democrática y a "la dignidad" de las víctimas, afirma Unidas Podemos.