Al responder a una pregunta sobre la ruptura entre la política y la sociedad catalanas tras la declaración de independencia, el mandatario socialista explicó que "el independentismo tiene la mayoría parlamentaria en Cataluña, pero no la mayoría social".
"Por tanto el problema no es la independencia, sino la convivencia entre catalanes. Los principales responsables de la tensión, quiero ser claro en esto, son las instituciones catalanas", subrayó Sánchez, que se encontraba ayer en Milán para participar en un acto organizado por el Partido Demócrata italiano (centroizquierda).
Afirmó que ahora los "independentistas tienen que hablar con quien no se quiere ir de España" y que su Gobierno está trabajando para dar "una respuesta política" a la situación, aunque reconoció que "esto no sucederá en 5 meses, sino dentro de algún que otro
año".
Sobre los políticos independentistas encarcelados, el presidente del Gobierno no quiso manifestarse y dijo que era un asunto de la Justicia, y defendió que "España está en los primeros puestos de estabilidad democracia", lo que quiere decir que es un "Estado social democrático y de derecho".
Reconoció además que las próximas sentencias sobre los políticos catalanes independentistas "es obvio que tendrán un impacto político".
Por otra parte, realizó un llamamiento al Gobierno italiano, que está aplicando mano dura contra los inmigrantes, para trabajar juntos para la construcción de la política de inmigración europea.