Valentín Tejero, preso desde hace dos décadas en la cárcel de Herrera de La Mancha (Ciudad Real) por distintas condenas, entre ellas una de 50 años por el rapto, violación y asesinato de la niña de 9 años y vecina de Villalón de Campos (Valladolid) Olga Sangrador en 1992, ha abandonado a las 16.50 horas la prisión ciudadrealeña.
A su salida de la cárcel Tejero no ha querido hacer ninguna declaración a los medios de comunicación y ha llamado a un taxi desde la cabina de teléfono que se encuentra a la salida del penal de Herrera de la Mancha.
Así, 18 minutos después de su puesta en libertad, a las 17.08 horas se ha subido en el taxi, que ha llegado desde la localidad ciudadrealeña de Manzanares, y se ha marchado de la cárcel.
La Audiencia de Valladolid ha ordenado este miércoles su excarcelación debido a la anulación de la 'doctrina Parot' decretada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y que considera ilegal la aplicación retroactiva de la misma, que no aplica los beneficios penitenciarios sobre los 30 años de estancia máxima en prisión sino sobre la suma total de las penas.
La decisión de la Audiencia vallisoletana, tribunal sentenciador que condenó a Tejero a medio siglo de cárcel por el asesinato de Olga Sangrador, contrasta, sin embargo, con la postura de la familia de la niña, cuyo letrado, Luis Antonio Calvo, de la Asociación Clara Campoamor, había mantenido su petición de que el reo permaneciera entre rejas hasta 2025.
Olga Sangrador desapareció un 25 de junio de 1992 en la localidad vallisoletana de Villalón de Campos. La policía dirigió sus pesquisas hacia Juan Manuel Valentín Tejero, un delincuente que en ese momento disfrutaba de un permiso penitenciario otorgado por el entonces juez de Vigilancia Penitenciaria, Ignacio Sánchez Yllera, pese a que cumplía condena por tres delitos de abusos deshonestos.
Dos días después, Valentín Tejero confesó la autoría del rapto, violación y asesinato de Olga, de 9 años y cuyo cadáver, enterrado, fue localizado en un pinar de Tudela de Duero.