La proposición de ley persigue impedir el enaltecimiento o conmemoración del dictador y eso es, precisamente, lo que ocurre, por ejemplo, cada 20 de noviembre, aniversario de su muerte. Este matiz de conmemoración de Francisco Franco, que aparece en el Artículo 15 del texto, y que se consideraría "infracción muy grave", va un paso más allá de la Ley de Memoria Histórica de 2007 y con ello aumenta la presión sobre el Valle de los Caídos.
Problemas para tramitarla no va a encontrar el PSOE, porque no tiene que pasar por el Consejo de Estado y le vale la mayoría que tendría con Podemos en la Mesa del Congreso. El principal escollo es el mismo que a la hora de exhumar a Franco: la condición de lugar sagrado de la basílica y la inviolabilidad que le confiere el acuerdo entre el Estado y la Santa Sede.
El texto incluye, además, cambios en el Artículo 16 de la Ley de Memoria Histórica, en referencia al Valle, añadiendo tres puntos que buscan facilitar la exhumación de las víctimas y su reparación moral y añade, en un artículo, que no podrá ser inhumado en ningún lugar de acceso público y, por tanto, tampoco en la Catedral de la Almudena.